En menos de tres meses habrá un nuevo cambio de dirección en la Fórmula 1. Desde 2017, cuando Bernie Ecclestone dejó el puesto de director ejecutivo del Gran Circo, la dirección estaba siendo llevada a cabo por Chase Carey, un exitoso empresario pero un tanto distante con la F1.
Pese a esto, hubo un gran impacto desde el primer día. La mejora en la comunicación y el marketing era uno de los objetivos y ha sido lo que más se ha trabajado. Una vez hecho este proceso inicial, Carey dará un paso al lado y cubrirá su puesto un conocido de la Fórmula 1: Stefano Domenicali.
Una cara muy conocida que fue vinculada al puesto fue la de Toto Wolff, cuando tuvo conversaciones iniciales con Grag Maffei, CEO de Liberty Media, pero finalmente no llegaron a nada.
“No, no lo hice”, admitió Wolff. “Creo que todo el mundo sabe que hubo algunas discusiones iniciales con Greg, y que nunca llegaron a ninguna parte”.
“Nos llevamos bien. Respeto mucho a Greg Maffei por lo que ha conseguido. Pero me encanta donde estoy, y descubrí que me gusta tanto el cronómetro, la competición y las carreras, que el lugar que tengo hoy, como copropietario del equipo Mercedes, hace que tenga que pellizcarme todos los días“.
Pese al posible interés que pudiera haber habido, Toto ha sido tajante.
“Al final, no habría ido a ninguna parte de todos modos, porque Ferrari no lo habría aceptado”, mencionando el derecho a veto que tiene la Scuderia.
“Está bien, tienen ese derecho”, dijo Wolff. “Lo respeto, absolutamente. Probablemente habría tenido los mismos pensamientos. Al final, es tal vez una decisión diferente, porque tienes que tener al mejor tipo para dirigir el deporte. Pero creo que ya tienen al mejor tipo. Stefano es el mejor“, concluyó el austriaco.
Imagen: @F1
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