Malasia recibía a la F1 con uno de los alicientes que ofrece su clima a esta competición: la lluvia. Tan intensa, sobre todo a la hora de iniciar los entrenamientos, que se decidió retrasar media hora los libres uno con el Safety Car realizando el procedimiento habitual en estos casos. A pesar de que la visibilidad seguía siendo algo escasa, la pista parecía practicable aunque con deslices y trompos en ciertas áreas que no perdonaban a nadie.

En esas, los Red Bull navegaban a toda vela. Con la pista apta para intermedios, fue tomada para recaudar la máxima experiencia posible con estos compuestos. Se esperan más precipitaciones para el resto de fin de semana, ergo es de utilidad este rodaje de cara a la carrera. Con mucho tiempo ya perdido, no había lugar para mucho más. Trece giros fue lo máximo por parte de Sean Gelael, mientras que los pilotos de Red Bull se quedaron en 11 y 12 para Verstappen y Ricciardo respectivamente.

El holandés comandó la tabla de tiempos con bastante margen. Ricciardo concluyó en segundo lugar a 7 décimas, ambos interponiendo una diferencia de un segundo respecto a Fernando Alonso, quien a su vez dejaba en su estela a Ferrari y Mercedes en una sesión donde lo que menos importaba era el ritmo o los tiempos a una vuelta.

Si la lluvia fue protagonista en la primera sesión, una alcantarilla lo sería en la segunda. Aparatoso accidente al levantarse una tapa a su paso que redundó en bandera roja poniendo fin a estos libres. Para entonces los de Milton Keynes se hallaban por detrás de los Ferrari. En seco en esta ocasión, dominaron la primera parte con un ritmo de clasificación impecable con los súper blandos aunque los de Maranello impusieron su ley batiendo el récord de la pista con Sebastian Vettel registrando 1’31.261. Ocho décimas más rápido que los tiempos marcados por el tándem de Red Bull que acabaron igualados:

“Estuvo interesante en aquellas condiciones pero en realidad fue bonito tener esas tandas en mojado y seco hoy. Pintaba bien en condiciones de agua y con los intermedios estábamos en el ritmo y significativamente más rápidos que todos, con lo cual nos quedamos. Esta tarde no tuvimos esa competitividad como Ferrari, pero parecía que Mercedes sufría también. Si puedo centrarme en nosotros mismos podemos mejorar aún; en las tandas cortas necesitamos mejorar el agarre en la parte delantera y en las largas en la trasera, con lo que tenemos solo que encontrar un mejor compromiso en los reglajes. Solo cuidar eso creo que será la clave el domingo. Pienso que si podemos encontrar medio segundo en algún sitio entonces estaremos en la batalla, aún tenemos un poco de trabajo por hacer pero estuvimos bien. Si tenemos alguna llovizna a lo largo del fin de semana nos vendrá bien: no me quejaré si la clasificación y la carrera es en lluvia”, aclaraba Ricciardo.

“Pienso que el día de hoy fue positivo. Por supuesto, comparado con Ferrari puede ser mejor pero no es una mala actuación y aún así acabamos el día por delante de Mercedes. Por mi parte, estuve intentando algunos cambios en los reglajes pero no funcionaron realmente con los juegos nuevos de súper blandos. Entraba y cambié el coche pero siempre sabes que con neumáticos usados no es fantástico dar un vuelta, pero mejoré mi tiempo por unas décimas. Seguro que mañana será mejor pero aún necesitamos mejorar para batir a Ferrari. Perdí la oportunidad de realizar una tanda larga esta tarde a causa de la bandera roja, así que veré con Daniel cómo fueron sus sensaciones y entonces decidiremos qué podemos hacer mañana para mejorar el coche. Espero que llueva mañana, no demasiado pero un poco pondría las cosas interesantes”, explicaba Max Verstappen.

 

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Sutton Images