Resulta muy humano buscar razones para aquello que parece no tener explicación, pero por muchas vueltas que le demos, Fernando Alonso ha interpretado en el divorcio de McLaren y Honda el papel de un piloto que quería seguir ligando su carrera profesional a la Fórmula 1 sólo en el caso de que tuviera opciones en 2018, no para conseguir el título mundial, Dios lo quiera, sino para poder intentarlo lejos de la fenomenología paranormal que ha rodeado su actividad los últimos tres años.
Imagino que cansado de penalizar puestos en parrilla, chupar fallos mecánicos como para parar un carro y maldecir el día en que vino al mundo cuando en recta le quitaban las pegatinas a su coche incluso los Sauber, a la hora de comenzar a hablar de su renovación con la escudería de Woking el asturiano puso sobre la mesa la única carta que le quedaba: sigo si me ofrecéis alternativas a lo que tenemos en estos momentos, si no es así, dejo el campo libre para que sufra otro en mi asiento.
Bueno, hay numerosas referencias a que Alonso supeditaba su permanencia en El Circo a tener garantías de disfrutar un poco en 2018, no demasiadas, tampoco vamos a excedernos, eso sí, basta buscarlas para encontrarnos con un panorama radicalmente diferente al guión que convierte al asturiano poco menos que el hombre del saco en el asunto Honda/Renault.
No quiero aburriros con enlaces pero es menester recordar que en mayo pasado Fernando ya mostraba con claridad esto que vengo diciendo: «Este es mi último año en McLaren. Quiero pensar un poco después de verano. En octubre tendré que considerar qué voy a hacer el año que viene. Si la Fórmula Uno me da una oportunidad para ganar, el Mundial será mi principal objetivo. Estoy abierto a todo» [Quiero estar con McLaren, pero quiero ganar].
Zak Brown, recalcaba esta misma perspectiva a comienzos de septiembre: «Alonso sólo quiere que estemos en una situación competitiva y no le descartaría si las cosas permanecen en el status quo actual. Con las cosas que estamos viendo, que vamos a revisar esta semana, no diría que él no vaya a continuar con nosotros si seguimos con Honda» [Brown ve muy probable que Alonso se quede en McLaren si hay cambio a Renault], y para rematar el asunto, Yusuke Hasegawa habla en estos términos más o menos por las mismas fechas: «Es un alivio saber que Fernando está satisfecho con la nueva especificación 3.7 de nuestro motor. Estoy contento de saber que no ha perdido la fe en Honda. Es nuestro deber seguir introduciendo mejoras para que renueve por McLaren» [Seguiremos con McLaren el año que viene].
Como espero que sea sencillo de ver con estas tres pinceladas que acabo de aportar, el meollo de la cuestión no es Honda sí u Honda no, sino un rendimiento que asegurara al de Oviedo estar en la pomada en 2018. Quedan por ahí las negociaciones que hizo el entorno del español antes de la temporada 2017 que el propio Toto Wolff admitió que existieron, al menos con Brackley; las declaraciones del CEO de Woking admitiendo las dudas sobre el proyecto a primeros de año y afirmando que durante el Gran Premio de Canadá se tomó la decisión de encarar el asunto; o las del hombre fuerte de Sakura después del divorcio, lamentando no haber podido convencer a McLaren…
Fernando, como decía al principio, ha buscado desde el inicio de este año una salida a su carrera profesional sin que Honda o Renault fuesen imperativos. A tenor de las referencias que os he aportado, McLaren es la que ha decidido tomar el camino más adecuado a sus intereses, obviamente, tratando en todo momento de asegurarse la continuidad de su piloto estrella. Tratar de insinuar lo contrario o decir que Alonso es el responsable del cambio a la del rombo, es sencilla y literalmente falso.
Somos mayorcitos para entender que aunque resulte muy humano buscar razones para explicar lo que nos rodea, lo que no se puede hacer es retorcer la verdad, y en esto de que Alonso eligió a Renault en vez de a Honda se está mintiendo porque la que ha escogido el que ha considerado mejor camino para estar de nuevo arriba ha sido McLaren, no su piloto español. Él sólo pretende seguir ganando carreras, quién no lo haría en su situación.
Os leo.
Por mi parte, creo que si bien no fue él quien se sentó a la mesa de negociación con Renault, sí tuvo que ver su manager (no hace falta el nombre, todos sabemos de quien hablamos). ” Podremos separarnos, pero siempre recordaremos nuestros años felices de matrimonio.”