Como ya ocurrió con Turquía, el GP de Emilia Romagna que se va a disputar en Imola, se ha decretado a puerta cerrada. La organización del circuito había puesto a la venta 13.000 entradas para los aficionados, pero finalmente no se podrá asistir al evento como público. No se había vendido la totalidad de los tickets, pero se esperaba que fuera algo de última hora, a medida que el evento fuera acercándose.
Finalmente, el gobierno ha decretado la prohibición de la asistencia de público al evento y supone un gran trastorno, tanto para los aficionados que tenían planeado asistir, como para los organizadores del evento.
Uberto Selvatico, jefe del Circuito de Imola:
“El gobierno ha prohibido que haya aficionados y estamos muy decepcionados por ello”, dijo. “Lamentamos mucho también las molestias que se generan por esa decisión”.
“El gobernador de Emilia Romagna habló con el ministro de salud hoy, pero negaron cualquier renuncia al decreto“, reconoció.
“No es fácil explicarle a la afición que el gobierno ha cambiado de opinión en muy poco tiempo, porque hace apenas una semana confirmaron que se nos permitía tener público”, aseguró sobre el entorno cambiante que se ha vivido en tan poco tiempo. “Ahora solo quedan cuatro días para el evento, muy poco tiempo para decirle a la gente que cancelamos la asistencia”.
El GP no corre peligro
Obviamente, la organización del Gran Premio seguirá adelante en lo que a competición se refiere, pero con un problema añadido: devolver el importe de las entradas.
“Seguimos adelante con toda la organización, con todo lo que estábamos preparando. Gastamos mucho dinero en estar listos para esta oportunidad, ahora tenemos que explicar a los espectadores que no hay duda de que les reembolsaremos el dinero de las entradas“.
“Seguramente nos enfrentaremos a algunos problemas con la gente que intentará entrar. Compraron una entrada y no entenderán ahora por qué no les dejan“, finalizó Uberto.
Imagen: @RedBullRacing
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