Daniel Ricciardo, la cara sonriente de la F1, apunta ya a la carrera en casa. El Gran Premio inaugural en su país natal será un año más el punto de partida de una nueva temporada. Un nuevo curso en el que Red Bull tiene la ocasión de hacer olvidar un año como fue 2017. Donde los problemas de fiabilidad mermaron en gran medida las puntuaciones del equipo de Milton Keynes, privándole de podios en ciertos momentos. Resurgían otra vez las rencillas con Renault, con lo que se podría visualizar un posible escenario en el que ambos se hallen enfrentados pero en distinto bando.
A los problemas mecánicos, y similar índole, se agregaron dificultades para sacar rendimiento al RB13 a nivel aerodinámico. Con Adrian Newey más implicado en el diseño del mencionado monoplaza, los resultados no fueron del todo satisfactorios. Las expectativas estaban por la nubes ya que se trataba de un cambio normativo en el que se enfatizaba la aerodinámica, aspecto en el que el lápiz y la carpeta roja de Newey sientan cátedra. En resumen, lo anteriormente descrito fueron las máximas dificultades en las que se vio envuelto el equipo. Adversidades de las que se extraen lecciones muy valiosas para la temporada venidera.
Será una faceta en la que se deba de hilar muy fino, debido a la restricción de tan solo tres motores para los 21 fines de semana programados. Los augurios no son nada bueno considerando los antecedentes, la fiabilidad no ha sido un aliado precisamente para Red Bull. Con lo que, escapando en cierta manera de su control, el piloto australiano propone algo similar a aquella rueda de prensa en la que hacía un símil entre un F1 y una amante:
“Hm, eso va a ser interesante. Manejaré los motores con mucho tacto “.
Daniel Ricciardo apunta alto
A nivel personal, Daniel Ricciardo fue la referencia en Red Bull. Cuando los focos se centran en la joven estrella, Max Verstappen, el australiano se comprometía con la regularidad y el perfil que siempre le caracteriza. Frecuentando el top cinco y podios enlazados entre fines de semana, le otorgaron la quinta posición en el campeonato de pilotos. Realmente, la máxima aspiración al haber encajado Red Bull en el papel de tercer equipo. Rutina que para 2018 desean variar, para ello hace alusión al avance que el equipo experimentó en la segunda mitad de la temporada:
“Sí, creo firmemente. En el transcurso de la temporada 2018, pudimos mejorar significativamente el coche. En un escenario de normativa estable, debemos de ser capaces de llevar esta racha a la nueva temporada. Tengo confianza”.
“Pero no se trata de números o meses. Así que por mí, tras tres carreras quiero estar en el podio y tener la pole más victoria en mi bolsillo. Mi objetivo personal es ir a la temporada tan preparado como sea posible para sacar el máximo del coche”, concluye el piloto para Speedweek.
Foto: Sutton Images
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