El fundador y antiguo dueño de Jordan Grand Prix, Eddie Jordan, falleció en la madrugada de este jueves a los 76 años tras luchar durante los últimos 12 meses contra un agresivo cáncer de próstata, según anunció en un comunicado la familia del irlandés.
“Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de Eddie Jordan, expropietario de un equipo de Fórmula 1, comentarista de televisión y empresario”, indicó el comunicado de la familia que recoge la web de la Fórmula 1.
Jordan, que jugó un papel clave como manager de Adrian Newey en la salida de este de Red Bull y su llegada a Aston Martin, reveló en diciembre que padecía un cáncer de vejiga y próstata que se le había extendido a la columna vertebral y la pelvis y con el que llevaba algunos meses luchando.
En su etapa como piloto en la década de 1970 y principios de la de 1980, Jordan compitió en categorías como Fórmula Ford, Fórmula 3 y Fórmula 2, además de participar en las 24 Horas de Le Mans. Fue a finales de los años 70 cuando el irlandés creó su propio equipo consiguiendo entrar en la parrilla de la F-1 en 1991 hasta la temporada 2005.
Además, Jordan dio a conocer al piloto alemán Michael Schumacher –ganador de siete Mundiales de Fórmula 1– haciéndole debutar en el ‘gran circo’ durante la campaña de 1991. También corrieron para el equipo de Jordan otros pilotos conocidos como el brasileño Rubens Barrichello; los británicos Martin Brundle y Damon Hill; y el francés Jean Alesi.
Hill logró la primera victoria de la historia para el equipo en el Gran Premio de Bélgica de 1998, donde su compañero, el alemán Ralf Schumacher fue segundo, mientras que el germano Heinz-Harald Frentzen se impuso en los Grandes Premios de Francia e Italia en 1999, año en el que peleó por el título, y el italiano Giancarlo Fisichella, en el Gran Premio de Brasil de 2003.
“EJ derrochaba carisma, energía y encanto irlandés allá donde iba. Sin su presencia, todos sentimos un gran vacío. Lo extrañaremos mucho, pero nos deja un montón de recuerdos maravillosos que nos mantendrán con una sonrisa en medio de nuestro dolor”, añadió la familia en el escrito.
El presidente y CEO de la F-1, Stefano Domenicali, se sumó a las condolencias por “la repentina pérdida” del irlandés y destacó su “energía inagotable” que siempre hacía “sonreír a la gente, manteniéndose genuino y brillante en todo momento”. “Eddie ha sido protagonista de una era de la F-1 y lo extrañaremos profundamente. En este momento de dolor, mis pensamientos y los de toda la familia de la Fórmula 1 están con su familia y sus seres queridos”, concluyó.
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