Toto Wolff, al conocer las nuevas propuestas para los motores de 2021, quiso advertir a todo el paddock de los peligros que podrían aparecer. Sin embargo, el alemán admite que solo están en el punto de partida.

Tras el título cosechado por Lewis Hamilton en México solo ha habido un tema de debate esta última semana: los motores de 2021. Sin duda, uno de los peros de la actual Fórmula 1 son los motores. Durante la era híbrida han sido duramente criticados por varios motivos, entre ellos el ruido o la diferencia entre las distintas marcas. A causa de ello, en 2021 quieren aplicar una serie de cambios, de los que Mercedes ya se ha quejado.

“El concepto suena similar, pero significa un nuevo desarrollo completo. Eso significaría que tendríamos que trabajar en dos motores al mismo tiempo entre 2018 y 2020. Es una visión y aún no hay una norma que será aprobada en breve y entrará en vigor en 2021. Sólo es una visión y no la del fabricante”, comentó Toto Wolff para Auto Motor und Sport.

“Es importante definir qué representa la Fórmula 1 en 2021 y qué atributos debe tener el motor. Ese debe ser un objetivo en el que todos trabajemos. Es importante saber cómo la F1 continuará en general a partir de 2021. Sólo hablar de una regulación específica como el motor no es suficiente. Lo que tenemos es el punto para comenzar un diálogo, en lugar de algo que hayamos acordado. Antes de eso, debe haber una comprensión de cómo veremos la Fórmula 1 en el futuro”, admitió el jefe de Mercedes.

“Ciertas cosas están bien, pero aún no estamos ahí. Sólo quiero aclarar que hay opiniones diferentes. Fue una presentación de la gestión de la F1. Vamos a esperar y ver qué hay sobre la mesa la próxima semana para comenzar un diálogo“, finalizó.

Parece lógico que los auténticos reyes de la era híbrida tengan varias objeciones a la hora de cambiar a la reglamentación. Podría suponer el fin de una hegemonía. Por otro lado, equipos como Red Bull, ven con buenos ojos las nuevas propuestas.

“Un motor como el propuesto es bueno para nosotros”, admitió Helmut Marko, el máximo representante de los austriacos.