Charles Leclerc ya le habría transmitido a John Elkann su preocupación tras el desastroso inicio de temporada que tuvo el monegasco en Baréin. Charles tuvo que abandonar cuando marchaba en tercera posición, muy lejos eso sí de los Red Bull, por un problema de fiabilidad. Leclerc se empieza a sentir frustrado porque pasan los años y Ferrari no le dota de una máquina con la que poder luchar por el campeonato.
La respuesta del presidente de la marca ante la frustración del monegasco es la llamada a la tranquilidad, según informó la Gazzetta dello Sport. Y es que Leclerc acabó muy descontento y preocupado tras un inicio de temporada para el olvido, donde comprobó de primera mano que son considerablemente más lentos y menos fiables que sus máximos rivales.
Leclerc acaba contrato en 2024 y lleva tiempo sonando un posible interés de Mercedes de hacerse con sus servicios, pero su continuidad a día de hoy no parece una preocupación en Maranello. Leclerc tiene entre ceja y ceja ganar de rojo y está agradecido por el apoyo que ha recibido a lo largo de su carrera, pero a su vez siente que el tiempo se le acaba.
La salida de David Sánchez no ayuda
En Maranello se respira mucha tensión tras la salida de David Sánchez, encargado y líder del concepto SF-23. El francés no se sentía respaldado en la estructura desde la salida de Mattia Binotto y ha decidido salir destino a McLaren donde se reencontrará con un viejo conocido, Andrea Stella.
La salida de David Sánchez no ha sido la única, dos figuras más como Gino Rosato y Jonathan Giacobazzi quienes llevaban muchos años vinculados a la Scuderia también han salido e Iñaki Rueda ha sido apartado del muro de carreras al garaje remoto de Maranello. La situación actual es tensa y complicada y podría traer consigo una gran reestructuración en Ferrari.
Autor: Ismael Jiménez
Imagen: motorsport
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