Pese a que el reglamento de esta temporada en la F1 efectúa pocos cambios respecto al de la temporada anterior, los ingenieros de los equipos nunca descansan. El último elemento que está causando discusiones entre la FIA y los equipos es el alerón trasero, pues algunos equipos están sacando partido de una mayor flexibilidad en esa pieza. La Federación ya ha confirmado que los afectados tienen de plazo hasta el Gran Premio de Francia para solucionar ese aspecto, pues será a partir de la cita en la Costa Azul cuando se endurezcan las pruebas en esa área del coche.
Equipos como Alpine, Ferrari y Red Bull se ven afectados, siendo estos últimos quienes han llamado más la atención. El jefe de equipo del equipo de la bebida energética lo ve desde el punto de vista económico: «con el techo presupuestario tendremos que tomar decisiones, porque encontrar la solución a esto supondrá un gasto de unos cuatrocientos mil euros que nos impedirá gastar en otro desarrollo», reflexiona Christian Horner.
Pese al descontento mostrado por Mercedes ante el periodo de adaptación ofrecido por la FIA, Horner lo considera imprescindible. «Nuestro coche cumple con la normativa referente a las pruebas de carga, pero estas pruebas han cambiado y tiene que haber un tiempo para que todos nos adaptemos antes de ello», comenta. El inglés lo resume en que «no podemos cambiar las piezas, mágicamente, de un día para otro» y explica que lo mismo podría suceder con otras áreas del monoplaza: «por ejemplo, si este fin de semana se cambiase las pruebas a los alerones delanteros porque también allí se aproveche una flexibilidad extra, afectaría a todos los equipos, pero a unos más que a otros».
En cuanto a Ferrari, Mattia Binotto ha confirmado que la Scuderia se beneficia de esa flexibilidad extra en la zona trasera del monoplaza, y además considera que «todos los equipos lo hacemos y es lo correcto». Pero es más cauto y positivo que su homólogo de Red Bull, hablando de que «ahora la directiva técnica de la FIA está especificando más lo que se puede hacer y tendremos que adaptarnos». Binotto considera que «esta rectificación afectará poco en tiempo por vuelta» a los monoplazas rojos y que lo único que tendrán que hacer son «algunos rediseños para tener los coches conformes a la reglamentación».
En el caso de Alpine, su director Laurent Rossi ha sido más discreto, alejado de la transparencia que caracteriza a Binotto. «Nuestro coche se ajusta al reglamento pero si cambia y hemos de adaptarnos a una nueva normativa, lo haremos», ha declarado el francés.
Imagen: Ferrari
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