La montaña rusa que supuso la carrera del GP de Austria que se celebró ayer culminó con una victoria de Valtteri Bottas. Sin embargo, los Mercedes cruzaron la meta con sus perseguidores pisándoles los talones debido a los coches de seguridad y, también, porque los monoplazas negros no pudieron desplegar todo su potencial hacia el final de la prueba. Ello se debió a que, a mitad de la carrera cuando Bottas y Hamilton estaban batiéndose el cobre lejos de los demás, sus ingenieros empezaron a comunicarles por radio posibles problemas en la caja de cambios.

Al principio fue una advertencia de que un Racing Point, que comparte muchas piezas con los Mercedes, se había retirado por fallos de un sensor en la caja de cambios. Posteriormente, se les instó a que no pisasen los pianos, orden que los pilotos desoyeron por no perder tiempo en su duelo particular, hasta que James Allison les remarcó que la caja de cambios estaba llegando a una situación «crítica». Esto se debe a que los pianos de Austria son muy escalonados y las vibraciones que generan pueden llegar a ser fatales. Los dos monoplazas alemanes acabaron la carrera, no así el Williams de Russell, también motorizado por la marca de la estrella.

Toto Wolff, director de Mercedes AMG F1:

“Desde el inicio de la carrera fue un problema grande”, ha declarado el austriaco. El jefe de equipo de Mercedes ha explicado que detectaron la anomalía primero en el monoplaza de Valtteri Bottas, líder, y que pensaron que podía suponer una “muerte instantánea de la caja de cambios”. Posteriormente, aconteció lo mismo en el coche de Lewis Hamilton, que se hallaba al acecho del finés. Wolff admite que desconocían el origen del problema, pero que pronto dedujeron que estaba relacionado con las vibraciones. “Por ello les instamos desde el principio a que no se subieran a los pianos”, ha comentado. La situación fue bastante tensa en los garajes de la escudería alemana, “pues pensábamos que no íbamos a terminar la carrera y tratamos de llegar al final como fuese posible”, ha finalizado Toto.

 

Imagen: Mercedes AMG F1