No hemos visto apagarse los semáforos ni una sola vez todavía, y ya estamos hablando de mejoras en los monoplazas para el Gran Premio de Australia.

La primera cita del calendario viene cargada para Red Bull, que, según han confirmado, llevará mejoras para dicho GP. Unas mejoras inicialmente planeadas para China, que gracias a la presión de Adrian Newey, se han logrado tener antes.

“Las piezas, que estaban planeadas para la tercera carrera, se adelantaron, gracias a la presión que ejerció Newey para que estuvieran en el coche para Melbourne”, ha afirmado Helmut Marko.

Pero donde todo el mundo ve una buena noticia, las malas lenguas sugieren otra hipótesis que tampoco podemos descartar, y es que quizás no sea una mejora a mayores, sino los últimos detalles de un RB15 que no estaría acabado.

Esas hipótesis parecen descartables si escuchamos al Dr. Marko y lo que piensa de su monoplaza: “Nuestro optimismo tiene fundamento. Nos veo por detrás de Ferrari en carrera, pero por delante de Mercedes. El RB15 es claramente el mejor coche y el más caro de la historia de Red Bull, si tienes en cuenta su eficiencia y la perfección técnica de sus piezas”.

 

Vuelta a la filosofía del pasado:

“Sólo fue posible porque en cada fase todos los empleados estaban convencidos de que volvíamos a la carga, de que teníamos otra oportunidad de luchar por victorias”, añade el austriaco.

Pero no sólo de chasis se compone un Fórmula 1. El motor también juega un papel importante, y en este caso, parece que favorable.

“Hubo muchas voces negativas que decían que Honda no podía hacerlo, pero nunca habíamos tenido una pretemporada con menos problemas. Si tenemos más caballos, es lógico que tengamos que mirar hacia delante este año”, finaliza Marko, sobre un motor que no se ha ganado buena fama precisamente desde que volvió al Gran Circo.

 

Imagen: Red Bull