Desde la FIA siguen con su incansable y acertada búsqueda de la mejora continua de la seguridad en todos los eventos que organiza. Tras implementar grandes revoluciones en las últimas décadas, como el sistema HANS o el halo, la última en ser aprobada va a tener un impacto directo en los aficionados presentes en los circuitos.
Se trata de un nuevo modelo de valla de seguridad que permite que los postes que la sostienen puedan estar a 6 metros de distancia, permitiendo mayor visibilidad sin que esto afecte a su función principal de seguridad.
En la actualidad, los postes se encuentran a 4 metros entre ellos, por lo que habría un aumento de la distancia de un 50%, que traerá una mejora notable en la visibilidad de la acción en pista y reducirá la posibilidad de impactar con uno de ellos en caso de accidente.
Este modelo ya ha sido homologado por la FIA para los circuitos de Grado 1, la máxima certificación que puede recibir un trazado, y requisito indispensable para albergar, por ejemplo, un Gran Premio de Fórmula 1.
“Nuestro objetivo era nada menos que una revolución en las vallas de escombros”, ha declarado Jochen Braunwarth, director de soluciones de deportes de motor de Geobrugg, empresa suiza que ha desarrollado este nuevo modelo.
“Nuestro objetivo era lograr un impacto enorme en la sostenibilidad mientras intentábamos mejorar la seguridad y la facilidad de instalación del sistema. Creo que hemos logrado eso y más. Los circuitos que buscan una solución más sostenible y una mejor experiencia para los espectadores no deberían buscar más”, ha expresado haciendo referencia al menor impacto medioambiental que provoca al haber menos postes en la estructura.
Imagen: Desde la pelouse
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