Pirelli rediseñó al completo su gama de neumáticos de cara a este 2018. Con un año de experiencia con la nueva generación de monoplazas, los suministradores iniciaban un cambio sobre la filosofía implantada previamente. Las gomas de la temporada pasada destacaban por su difícil rango de temperatura y una excesiva durabilidad que afectaba directamente en carrera, haciéndose éstas muy previsibles en el plano estratégico. Así, la empresa italiana decidió cambiar el rumbo dotando a los equipos de compuestos más blandos.
Llegadas estas fechas, correspondía testar toda la nueva gama al completo en un circuito cuya superficie había sido renovada. El Circuit Barcelona Catalunya posee ahora una capa asfalto totalmente libre de imperfecciones tal y como describía Fernando Alonso a comienzos de semana. Prácticamente requería de aprender de nuevo los puntos de frenada y de giro al existir mayor agarre. Trabajo para los pilotos, no así para Pirelli, ya que esta materia negra no ha estado en temperatura debido a la climatología imperante durante esta semana.
En los primeros días, eran visibles los efectos de estas temperaturas tan bajas en los neumáticos delanteros con la aparición del graining. Grados centígrados que no se corresponden con condiciones reales presentes en las carreras, con lo que la evaluación de este tipo de degradación y sus causas no serían ciertas. Al igual que el rendimiento de todos los compuestos en estas circunstancias. Así, transcurrida una semana, Pirelli no puede extraer conclusiones acerca de los neumáticos. Sin embargo, Mario Isola a través de un comunicado emitido en la web de Pirelli, comenta:
“Las condiciones eran frías y no representantivas a lo largo del primer test, en especial el miércoles, donde el rodaje fue prácticamente nulo seguido de nieve. Dicho esto, los tiempos más rápidos del primer día ya fueron mejores que aquellos marcados con el mismo compuesto durante los test del año pasado, mientras el segundo día el mejor tiempo batió el tiempo más rápido general de los test de 2017. Esto es por una serie de factores en el se incluye la nueva superficie de asfalto más lisa que fue puesta recientemente, así como la evolución natural de rendimiento de los coches de 2018. Los equipos probaron un gran rango de los neumáticos nuevos, incluyendo el híperblando así como los intermedios y de lluvia. Las condiciones el jueves hicieron posible evaluar los puntos de cruce entre neumáticos de lluvia a intermedios hasta lisos, lo cual es una información importante […]”, explica Isola.
Todos esperan la próxima semana
Las previsiones meteorológicas anticipan la llegada de buen tiempo a partir de este mismo fin de semana. Habrá cielos despejados y temperaturas máximas de hasta 16º que ayudarán a acelerar las pruebas y ensayos en todos los garajes. Por esta razón, se avecina una segunda semana de test bien cargada:
“[…] Es difícil sacar conclusiones firmes de estos test en particular, el comportamiento de los neumáticos demostró un incremento de rendimiento en general lo cual entraba en nuestras expectativas. La próxima semana, esperamos un tiempo más cálido en Barcelona que debería resultar en acción en pista y mejores datos para tener unas conclusiones más definitivas”, concluye Isola.
Foto: Pirelli Motorsport
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