Dentro de la propuesta de reducir el tope presupuestario que tienen los equipos para realizar toda la temporada, el equipo Red Bull ha sido de los más críticos al respecto junto con Ferrari. Tanto la escudería austriaca, liderada por Christian Horner, como la italiana defienden que un límite presupuestario equitativo no sería justo para los fabricantes. 

Su propuesta sería la de vender los monoplazas de la anterior temporada a equipos cliente con el objetivo de que pudieran disfrutar de un coche más competitivo sin la necesidad de invertir tanto dinero en su fabricación. Después de que Ferrari ya dejara entrever una solución de este tipo, Christian Horner ha ido un paso más allá y ha explicado cómo podría ser una solución de este tipo.

Christian Horner, director de Red Bull Racing:

“Si gestionara un equipo más pequeño, lo que haría sería intentar comprar el monoplaza de uno de los constructores punteros de la temporada anterior en vez de copiar. De esta forma sería una gestión mucho más económica y muchos equipos podrían sobrevivir y tener un rendimiento más que razonable”.

“Además, si reúnen el equipo adecuado podrían ganar carreras. Lo demostramos con Toro Rosso y Sebastian Vettel cuando les suministramos un coche cliente en 2008”, afirma Horner.

Como ejemplo de dicho modelo, Horner pone al mundial de MotoGP donde solo hay 4 fabricantes que luchan por la victoria, pero por el contrario se pueden ver más de 10 motos en el grupo de cabeza:

“Un ejemplo a seguir podría ser por ejemplo el mundial de MotoGP, donde equipos privados compran la moto a diferentes fabricantes y luego pueden subir al podio e incluso ganar. El problema es que aquí hay una paranoia importante a la hora de ser constructor, de que los equipos quieren ser constructores de su material sí o sí, y eso hace que el gasto que tienen sea mucho más elevado”.

 

Autor del artículo: Daniel Ballarín

Imagen: Red Bull Racing