Una de las polémicas del fin de semana ocurrió durante el periodo de Safety Car y tuvo como protagonista a Lewis Hamilton. El británico estuvo valorando junto a Peter Bonnington, su ingeniero de pista, si parar a montar gomas nuevas o no hacerlo, teniendo en cuenta que George Russell, que iba por delante en este momento, sí que pararía y se colocaría justo detrás, con unos neumáticos medios nuevos.
Al estar el Safety Car desplegado, las paradas en boxes son menos lentas en comparación al ritmo que tienen los coches en pista, por lo que es más beneficioso cambiar neumáticos en ese momento, ya que solamente pierdes posición y luego vuelves a agruparte, con la ventaja que te dan unas gomas más frescas.
La polémica llegó cuando Bonnington y Vowles, director de estrategia, dejaron la decisión en manos del heptacampeón a lo que este respondió: “Dímelo tú, tío. No me lo dejes a mí“.
“Cuando estás ahí, no tienes toda la información, no sabes dónde está todo el mundo, y no tienes la imagen que tienen ellos en la pantalla”, explicó el de Stevenage después de la carrera, justificando sus palabras.
“Así que cuando te dan la responsabilidad de tomar una decisión, parece como si estuvieras apostando, y eso no me gusta. Yo estaba en plan, ‘vosotros sois los que tomáis la decisión’, pero, de cualquier manera, tuvimos mala suerte“.
“Hasta entonces, seguiré trabajando tanto como pueda, y haciéndolo con el equipo”, añadió. “Hoy hemos conseguido buenos puntos como escudería”.
El jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, quiso quitar hierro al asunto después de la bandera a cuadros: “George [Russell] tenía una ventana, sin nadie detrás, pudo cambiar a un medio prácticamente nuevo”, explicó. “Lewis tuvo que decidir, si mantenía la posición con el duro o si iba con un blando, lo que también habría sido complicado, fue una decisión al 50%, y no le funcionó“.
“No es la primera vez esta temporada que no tiene suerte con los coches de seguridad”, concluyó.
Imagen: @MercedesAMGF1
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