Desde su llegada a la Fórmula 1 y, especialmente, a raíz de la gama de neumáticos presentada el año pasado, Pirelli ha sido muy cuestionada por los medios de comunicación y los propios integrantes del Gran Circo debido a la dureza de esas gomas. Es por esto que este mismo 2018 la firma italiana ha introducido un abanico de compuestos algo más blandos que los del año pasado, que sin embargo, para algunos, siguen siendo demasiado resistentes en comparación con los de años pasados.

Pero Pirelli sigue trabajando para mejorar los únicos elementos del coche en contacto con el suelo, y más teniendo en cuenta que el circuito de Barcelona, en el que se celebrará el Gran Premio de España el próximo fin de semana, ha sido reasfaltado a principios de año. Según declaraciones del propio Mario Isola, “el reasfaltado no actúa como si de un circuito nuevo se tratase, sino que modifica algunas características“. En primer lugar, se incluirá en la escala de neumáticos para el próximo GP el superblando, que unido a la naturaleza un escalón más blanda de los neumáticos de este año frente a los del pasado, desemboca en que en el GP de España habrá compuestos dos niveles más blandos. Además, la banda de rodadura de los neumáticos de seco será 0,4 milímetros más fina, lo que reducirá las temperaturas excesivas en las gomas sin disminuir el rendimiento.

La mayor parte de las quejas recibidas por Pirelli en relación a la dureza de sus compuestos se debe a la poca variedad estratégica que fue la tónica general durante la pasada temporada, aunque el año anterior la carrera fuese una excepción: a dos paradas y con tantas estrategias diferentes que incluso Pascal Wehrlein con su Sauber (por aquel entonces, sin Alfa Romeo) fue capaz de puntuar pese a ser penalizado.

 

Imagen : Graining