Desde los prolegómenos del Gran Premio de Singapur, el más puro razonamiento deductivo anunciaba lo que iba a ser de Toro Rosso junto a Honda en 2018. Remitiéndose a los antecedentes, el motorista japonés no dio garantías a un gigante como Mclaren salvo soluciones a nivel económico. Temporada tras temporada, y asi fueron tres junto al fabricante de Woking. E incluso con retroceso destacado en 2017 que llevó a la solución final. Entre intercambios de buenas palabras por parte de los de Faenza y Sakura, como cabría esperar, surgían enormes dudas acerca de quién realmente se iba a ver beneficiado en esta asociación. Si ocurriere.

Toro Rosso ahora depende de una gran corporación herida de orgullo. Desembarca en un equipo que le aleja parcialmente de la escena, con lo que puede ser bueno para su desarrollo y crecimiento (ver noticia aquí). Un equipo además respaldado por otra gran corporación como Red Bull, cuyos intereses pueden ir ligado con los nipones para un futuro en el cual se dé el escenario (más que posible) en el que Renault sea descartado como una opción factible para sus estándares.

En adición, en Faenza ya han realizado esfuerzos para el entendimiento con los japoneses. Uno de los puntos débiles, al menos en el primer año, durante la etapa con Mclaren. Franz Tost, en una entrevista en exclusiva para Speedweek revela aspectos importantes de cara a la comunicación y flujo informativo:

“Para entender mejor la cultura japonesa, organizamos un seminario especial para nuestros empleados que fue recibido con mucho interés. Sabemos todos que Japón tiene su propia cultura y éste es uno de los retos que más entusiasman para sincronizar su cultura y la nuestra. Pero si no estuviéramos convencidos de que ésto podría no tener éxito, nunca nos hubiéramos embarcado en este proyecto. A veces hay beneficios inesperados. Estamos hablando de diferencia horaria, la cual ha demostrado ser positiva en principio. Si nuestros técnicos tienen pregutas, se las mandan a Japón por la tarde, y tendrán las respuestas a la mañana siguiente. ¿Qué más quieres?”, afirma el austriaco.

En esencia, todo aquello que a priori pueda aportar Toro Rosso a su nuevo suministrador se resumen en sentar una base para el crecimiento del proyecto japonés, como siempre a largo plazo si las piezas del puzzle encajan, pero:

¿Con qué contribuye Honda?

Al igual que con Mclaren, el proyecto de F1 de Honda se dedicará exclusivamente a propulsar a los monoplazas que salgan de Faenza. Con ésto, la escudería deja de ser un equipo cliente como ha sido desde que se adquiriera Minardi:

“Por primera vez en la historia de Toro Rosso trabajamos con un socio motorista. Esto ofrece una idea completamente nuevay comienza con el diseño de un nuevo chasis. Por ejemplo, fuimos capaces de colocar la unidad de potencia de acuerdo con las ideas del diseño. Esto es algo muy diferente del inicial comer o morir”, prosigue el Director Deportivo.

Cosworth, Renault, Ferrari han sido las marcas que han dado los pistones a los STR, con lo que se inicia una era completamente opuesta. Ahora poseen el respaldo de, tal y como menciona Tost, una gran infraestructura a todos los niveles:

“Nadie estará en desacuerdo cuando digo: Honda ofrece una infraestructura fantástica. Existe también técnicos muy inteligentes y altamente motivados. Las deficiencias del pasado las sabemos, y todos están por eliminarlas”.

“Colaborar con una empresa de tal reputación incrementará la visibilidad y número de aficionados de Toro Rosso. Estoy convencido de que ayudará a la búsqueda de un patrocinador”.

“La estructura de los miembros del equipo, número de empleados también demuestra que son una base sana para un futuro de éxito”, explica Franz Tost.

 

Foto: Reuters