Las penalizaciones en parrilla podrían tener un gran protagonismo en la lucha por el campeonato del mundo, tanto de constructores como de pilotos. En Mercedes ya se han visto afectados por estas sanciones en Austria y en Gran Bretaña, donde se vieron obligados a reemplazar la caja de cambios antes de cumplir el ciclo de seis carreras y eso les restó puntos en el mundial.
Ferrari también se acerca peligrosamente a las sanciones en parrilla por sobrepasar el límite de elementos permitidos en el motor. Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen han llegado a su cuarto turbo, por lo que una unidad nueva les costaría una penalización que podría lastrarles en carrera y permitir a Mercedes tener ventaja para sumar más puntos de cara al campeonato.
Aun así, en la Scuderia mantienen la esperanza de que no sea necesario contar con elementos extra hasta el final del año. “Ciertamente, es una preocupación que hayamos tenido un fallo en el turbo al principio de la temporada y tuviéramos que reemplazarlo al comienzo. Así introduces el turbo tres y cuatro muy temprano”, explicó el director técnico de Ferrari, Mattia Binotto.
“Habiendo dicho esto, introdujimos en los siguientes turbos algunas modificaciones para mejorar la fiabilidad y están funcionando bien de momento. Hemos gastado todas las unidades que podíamos introducir, pero todas están activas y estamos rotando. Nuestro objetivo es terminar la temporada con los turbos que tenemos”, añadió.
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