Sección abierta al talento de aquellos artistas que con su don transmiten su amor por el mundo del motor y especialmente por la F1.

JUAN CARLOS FERRIGNO

Juan Carlos Ferrigno es un artista argentino de referencia en el mundo de la F1 y el motorsport.

Tuve el placer de conocerle en persona en Barcelona donde lleva afincado más de 30 años. Una persona amable, sencilla, muy natural y que disfruta lo que hace con auténtica pasión y entrega. Sus trabajos así lo atestiguan. Reflejan todo su amor por el mundo del motor y el talento que atesora en unas obras donde se muestra una atmósfera única e inimitable. La velocidad, el dinamismo, la luz y el movimiento crean un entorno con una seña de identidad propia.

Ha ganado premios internacionales, expuesto sus trabajos en importantes galerías y numerosos GP´s: Mónaco, UK, Italia, Austria, etc… Editado en el 2000 por Haynes Publishing, The Motorsport Art of Juan Carlos Ferrigno by Christopher Hilton fue el primer libro sobre sus pinturas.

Ferrigno es el ejemplo de que los sueños pueden hacerse realidad, desde la honestidad y el duro trabajo. Manteniendo esa ilusión del niño que debemos guardar siempre, Ferrigno ha seguido su propio camino, el que le marca su pasión-corazón, viviendo y saboreando cada momento. Algo que se aprecia sobremanera en su trabajo.

Todo ello con humildad y manteniendo una sabia distancia con el “atrayente” mundo de la fama, elitismo y exclusividad que siempre tiende la F1.

Si tuviera que elegir obras preferidas me quedaría con los F1 de los años 50. Su estilo pictórico, atmósfera y dinamismo se entrelazan en una simbiosis perfecta con los autos representados. Pero hay mucho donde elegir…

Ferrigno siempre dijo que uno de sus pintores de referencia del mundo del motor era Michael Turner. Un perfecto ejemplo que confirma esa frase de: “el alumno ha superado al maestro”.

Juan Manuel Fangio / Alfa Romeo

ENTREVISTA

• Entiendo que el dibujar es algo que nació como un talento innato a tu persona. Todos los niños dibujan pero solo unos pocos tienen el talento ¿Cómo fueron tus primeros contactos en este campo?

Siempre me gustó dibujar, desde bien pequeño como casi todos los chicos, sólo que a mi me siguió gustando. Era como mejor me lo pasaba y estaba siempre con el lápiz en la mano. Nunca paré hasta hoy.

• ¿Tuviste estímulos o tradición en la familia con el mundo del arte?

Ninguna, creo que nadie en mi familia tuvo nada que ver con temas artísticos, aunque a mi padre a veces se le daba por dibujar perfiles de aviones, fue un buen fotógrafo aficionado, pero que yo sepa nunca dibujó en serio o pintó.

• ¿Fuiste un niño solitario en el mundo del arte o pudiste compartir tu afición en el colegio con otros compañeros? Concursos, cómics…

De niño jugué mucho al fútbol en la calle, como todos los chicos del barrio, pero siempre encontré ratos para dibujar un poco, creo que era el único del colegio que tenía esta pasión. El fútbol era compartido pero el dibujo era algo que yo sólo hacía y era como un juego más.

• ¿Cómo fue tu despertar e interés en el mundo del motor?

Mi padre me llevó en 1971 a ver los 1000 Kms de Buenos Aires de Sport Prototipos, allí vi en persona y escuché el Porsche 917, Ferrari 512, Alfa Romeo, Matra, Lola. Fue una enorme impresión a mis 10 años y quedé enamorado de por vida de los coches de carrera. A partir de ese día todos mis dibujos eran sobre estos coches que había visto y me empecé a interesar también por los F1, que vi en persona por primera vez al año siguiente.

Porsche 917

• ¿Cómo y cuándo fue tu primer contacto con el sector profesional de la ilustración?

Años después me animé a mostrarle mis humildes dibujos a lápiz sobre papel a los mejores artistas del momento y aparecí en el estudio Bergandi & Cademartori, ellos publicaban ilustraciones impresionantes en la revista Corsa, que yo compraba dada semana. Pensé que me sacarían corriendo porque ellos eran los mejores pintando coches, pero para mi sorpresa encontraron que mis dibujos, si bien eran muy mejorables, tenían una buena base. Yo preparaba trabajos nuevos y los iba a ver para que los corrigieran y me aconsejaran, y así con el tiempo fui mejorando y trabajando con acuarelas y gouache, y sobre todo con pinceles.

• ¿Tienes recuerdo especial de profesionales, compañeros o referentes que te ayudasen a sacar lo mejor de ti mismo?

Sin duda fueron estos tres, Hector Bergandi, Hector Cademartori, y en especial Jorge García que fue quien más tiempo se dejó enseñándome. Con el tiempo empecé a trabajar en el estudio comenzando como una especie de ayudante para todo. Aprendí mucho viendo pintar a los tres y también me guiaron y contaron todos los secretos de la profesión sin guardarse nada, de hecho me enseñaron a pintar, literalmente. Por mi lado en esa época cuando llegaba a casa de trabajar y los fines de semana me ponía a hacer nuevos trabajos para mejorar lo antes posible y poder ayudar en el estudio también pintando.

• ¿Recuerdas tu primer trabajo de ilustración como profesional?

Fue una viñeta del Lotus 49 de Jim Clark en blanco y negro, yo hice el coche lo mejor que pude y luego Bergandi le hizo cuatro toques mágicos, pintó la cara de Clark por detrás y quedó espectacular. Me sentí muy orgulloso cuando lo vi publicado en la revista, parte de esa viñeta la había hecho yo.

• ¿Te planteaste alguna vez vivir del arte en el mundo del motor? Si fue así cuándo y por qué?

En esos primero años no pensaba en eso, sólo en mejorar y pintar lo mejor posible, con el tiempo fui aprendiendo y empecé a publicar con más frecuencia, pero aún no me planteaba nada sobre el futuro, no era para mí un trabajo, era un gusto ir cada día y pasarme el día pintando, y sin darme cuenta se transformó en mi forma de ganarme la vida. Fue poco a poco y casi sin darme cuenta que pasé a ser un profesional de la pintura de coches.

Jim_Clark / Lotus

• Ganar el premio Motoring Art Competition supuso un antes y después en tu carrera profesional. ¿Cómo lo recuerdas?

Siempre dije que fui muy afortunado en mi carrera, encontré a los mejores maestros que me enseñaron todo lo que sabían, y años después encontré la mejor compañía para promocionar mi trabajo. A mediado de los 90, Grand Prix Sportique era líder en producción y venta de prints de temas automovilísticos en Reino Unido. Le empresa de David Mills y Christine Mills estaba buscando un tercer pintor aparte de Alan Fearnley y Craig Warwick, para promocionar sus trabajos, producir y vender sus prints, por eso organizaron ese concurso que yo gané entre más de 200 participantes de todo el mundo. A partir de allí comencé a trabajar en exclusividad con ellos y comenzó la mejor y más prolífica parte de mi carrera, trabajando principalmente para el mercado británico.

• Muchos pilotos y personalidades de la F1 (Mika Hakkinen, Jaques Villeneuve, Ron Dennis…) han adquirido tus obras. ¿Qué puedes contarnos sobre ellos respecto a tu trabajo?, muestran interés, te preguntan…

A muchos de ellos los conocí personalmente, a algunos no, pero en general creo que los pilotos mas antiguos son los que más interés mostraron siempre, los nuevos de la F1 eran muy difíciles de contactar. Gente como Stirling Moss o Derek Bell no se perdían una exposición, también eran muy asiduos David Piper, Tony Brooks, Richard Atwood, Jackie Stewart, John Watson, Ross Brawn, Jody Scheckter, entre otros.
Tal vez le llamaba la atención encontrarse con otro punto de vista o forma de vivir su misma pasión, en mi caso como espectador de lo que ellos hacían. Tengo un gran recuerdo de todos ellos y disfruté mucho de sus visitas, charlas y recuerdos cuando se veían en una pintura, siempre contaban alguna anécdota de esa carrera o coche.

Jackie Stewart / Tyrrell

• Has expuesto en numerosos Gp´s en el padock club, conocido a pilotos, dirigentes….. Además del merecido reconocimiento a tu trabajo ¿cómo lo has vivido?

Me pasó un poco como cuando empecé a trabajar en el estudio junto a tres enormes artistas, fue pasando de a poco y casi no me di cuenta de lo que estaba viviendo, ahora cuando miro atrás lo veo como más importante. En su momento formaba parte de mi trabajo y lo vivía de una manera natural. Por suerte nunca se me dio por pensar que todo aquello de la F1, las exposiciones en Mónaco o Londres cada año, viajar a todos los circuitos, etc, formaban parte de la normalidad, siempre me sentí un invitado de lujo en todo aquello, pero aunque deslumbrante no era mi mundo. Siempre seré el niño de Buenos Aires que soñaba con coches de carrera y que jamás se hubiera imaginado que algún día estaría pisando Monza, Silverstone o Spa, conociendo a gente tan importante del mundo de la carreras, que muchos de ellos tendrían cuadros míos, etc. Fue un regalo haber vivido todo ese mundo por más de quince años.

• ¿A nivel estético qué época de F1 te gusta más para plasmar en tus cuadros?

Sin duda los 70, y puedo llegar hasta mediado de los 80. En esos años se vieron cosas espectaculares a nivel técnico, coches revolucionarios, los Cosworth, el efecto suelo, los turbos, tiempos en los que era imposible saber lo que pasaría en cada GP. Coches muy distintos entre sí, enormes pilotos, mucha lucha en la pista. También me gusta mucho evocar las grandes carreras como la Targa Florio, Mile MIglia, Le Mans, etc, me gusta pintar cosas históricas y traerlas al presente en una pintura.

• En 2021 presentaste tu libro “Anécdotas carrerosas”¿Puedes comentarnos alguna inconfesable que no esté en el libro? Si puede ser, claro.

En especial en la F1 pasaron muchas cosas y yo traté de contar las más simpáticas. Por supuesto hubo de todo pero prefiero no contar cosas feas de gente que aún está por ahí o simplemente aún viven. Alguien que se pasó bebiendo, alguna discusión que casi termina mal con personajes muy conocidos, comentarios muy fuera de lugar, etc. Como soy un caballero soy muy discreto y esas cosas no las contaré. Pero por confesar algo mío, cuando me dijeron que iríamos al primer GP de Bahrain, tuve que buscarlo en un mapa para ver dónde estaba exactamente, y no tenía ni idea que era un Reino, no sabía nada del país al que viajaría en un par de semanas.

El PROCESO CREATIVO

• Entiendo que habrás probado muchas técnicas de pintura e ilustración. ¿Con cuáles te sientes más cómodo?

He probado de todo y tal vez elegiría el óleo, pero por cuestiones prácticas me fui acostumbrando al acrílico, y hoy en día pinto casi exclusivamente en acrílico. El problema era que para pintar en los circuitos el óleo era muy incómodo porque tarda muchísimo en secar, además no podía volar con líquido inflamables como los diluyentes, y no podía volver a casa con una pintura en óleo a medio hacer sin secar. Con el acrílico sólo necesitaba en el circuito un vaso de agua para pintar, y la pintura se seca muy rápido. Así es como fui adaptando mi forma de trabajar a las características del acrílico, y ya no vuelvo a cambiar, es mucho más cómodo y el resultado es muy similar.

• La atmósfera de tus cuadros es tu seña de identidad, la velocidad, la luz… todo forma un ecosistema visual. ¿Te costó mucho llegar a encontrar tu propio lenguaje?

Escuchaba a la gente hablar de “mi estilo” y a mí me costaba entender a qué se referían. Para mi pintar de esa manera era simplemente como me salía, yo pensaba que no tenía estilo. Con el tiempo fui viendo que mis cuadros tenían un denominador común y era que no reparaba tanto en el detalle, sino que buscaba mas transmitir la sensación de velocidad y acción, dejando un poco de lado una visión muy realista o detallista. En realidad mi manera de pintar coincide con lo que pienso sobre cómo plasmar un coche de carrera en un lienzo, lo más importante es lograr contar al espectador como de rápido es ese coche, que se imagine la velocidad y hasta el sonido mirando el cuadro. Para eso hay que “romper” la imagen y dejar tanto detalle más en un segundo plano, es una pintura, una representación y no una reproducción.

Porsche 956B / Joest_Racing

• ¿Te gusta más dejar que el cuadro vaya surgiendo o trabajas con un plan más establecido? Dicho de otra manera: ¿boceto inicial o te lanzas directamente a la obra?

Es un poco de todo, no soy de hacer bocetos previos, y mucho menos muy terminados o con todo decidido previamente. Comienzo con un buen dibujo a lápiz sobre el lienzo, necesito una buena base para no perder la imagen. También tengo una idea de lo que quiero, seguro sé al comenzar que luz le pondré a la escena, a partir de ahí todo es a medias entre la pintura que va tomando vida y yo que voy decidiendo sobre la marcha. Muchas veces comienzo con una idea pero la pintura me lleva por otro camino, normalmente mejor, creo que nunca termina como yo la había pensado al comenzar. Es como si la pintura te fuera guiando, te fuera dando las claves, te fuera ayudando de alguna manera. No creo que ningún artista haga exactamente la pintura que pensó, y si hay alguno, no soy yo.

• ¿Es importante dejar descansar la obra y volver a retomarla para verlo todo más claro?

Casi nunca lo hago simplemente porque vengo de la ilustración, donde te pedían un trabajo para dentro de 3 días y simplemente tenías que tenerlo, no podías fallar, no podías decir “no me sale”, había que cumplir como fuera. Aprendí a pintar de esta manera y además muy rápido, que era lo que se pedía a un ilustrador. Me acostumbré a empezar una pintura y terminarla, a no fallar casi nunca. Es cierto que algunos cuadros, especialmente los grandes, a veces no salen como uno espera. Entonces lo que hago es ponerlo de cara a la pared y no verlo durante unos días, luego al retomarlo ves más fácil lo que pasa o no te gusta. A veces estás tanto tiempo con un cuadro que ya no ves nada y necesitas una pausa sin verlo para descubrir cuál es el problema. Pero reconozco que me pasa muy poco.

• ¿Cuánto de autocrítica hay en el proceso de crear una obra?

Mucha autocrítica, es necesaria para poder mejorar. Si no la hubiese sería como estar pintando siempre el mismo cuadro, y eso es mortal para un pintor, sentir que siempre pinta igual, que no evoluciona. Me ha pasado de vender un cuadro del cual no estaba muy seguro, o que no terminaba de gustarme mucho, y sentirme fatal al venderlo, a pesar que al cliente le encantaba así como era. En el fondo yo sabía que ese cuadro podía y debería estar mejor, por eso me sentía mal incluso vendiéndolo. Cada cuadro te tiene que llenar al autor, sino…

• Pintar es como un descubrimiento continuo a medida que se va avanzando. ¿La obra en ocasiones sorprende al artista?

Algunas veces pasa, comienzas con una idea determinada y terminas haciendo un cuadro inesperado, aunque mejor. Tal vez el secreto sea saber ir interpretando lo que va pasando en el cuadro y tomar las desiciones adecuadas en cada momento. Habrá cosas que surgen que no me gusten, pero otras aparecen por sorpresa y tu intuición te dice que sigas por ahí, creo que es una cuestión de estar atento a lo que la pintura propone y acertar con lo que decides hacer.

Mercedes-Benz W154

• ¿Cuándo sabes que la obra ya está finalizada?

Es muy difícil saberlo, por eso dejo la pintura unos días antes de darla por terminada, mientras la voy mirando con ojo crítico. Mi amigo Cademartori decía que una pintura no tenía fin, simplemente dejarnos de hacerle cosas encima. En mi caso la doy por finalizada cuando después de tanto mirarla no sé como mejorarla, en ese momento ese es mi límite, no sé más. Alguno pintores están permanentemente retocando sus pinturas, yo no las retoco nunca. Es una manera de ver cómo pintaba hace 10 o 20 años atrás, cuando las miro tal vez las haría de otra manera, con otros colores, cambiaría cosas, pero las dejo como las terminé en su momento. Es una manera de asegurarme que voy variando y mejorando ver cómo pintaba en cada momento.

• ¿Un cuadro o motivo que resulte especialmente difícil de plasmar?

Las escenas históricas son difíciles de armar porque hay que tratar de acercarse lo máximo posible a cómo fue esa carrera, coche o circuito. A veces no hay mucha información o fotos de la época y hay que interpretar el poco material de referencia, y a veces hasta supones e inventas un poco. Siempre pensando en hacer que el coche luzca lo mejor posible y que la escena sea creíble y lo más fiel posible a la época. La tarea de documentarse es muy difícil a veces, pero cuando sale un buen cuadro ha valido la pena y te hace sentir muy bien esta búsqueda intensa de detalles y análisis de fotos viejas.

• ¿Guardas los trabajos que no llegaron a buen puerto?

Como decía antes, viniendo del mundo de la ilustración no tengo obras fallidas o inconclusas. Alguna vez vi que la pintura iba muy mal, y como el acrílico seca rápido, volví a tapar de blanco y vuelta a empezar de cero. Si algo no te gusta dejas secar y pintas encima. Todos mis cuadros se terminan con mejor o peor resultado, no dejo cosas por la mitad ni tiro lienzos comenzados, todos se pueden rescatar. Normalmente empiezo y termino, así es com aprendí a pintar con 19 años, y esa mentalidad me dio mucha seguridad, nunca pienso en que no me saldrá lo que quiero hacer, simplemente lo hago y lo termino, como cuando atendíamos encargos de ilustración en los 80.

• ¿Puedes decirnos algunos trabajos de los que te sientas especialmente satisfecho?

Por suerte son muchos, pero el de Fangio con Alfa Romero me hizo ganar aquel concurso y a partir cambió todo para mucho mejor. En especial me sigue llamando la atención cuando veo los cuadros más grandes que pinté. Los hice en varios paneles y miden algunos 4 o 5 dentro de largo. Me parece mentira haber pintado todo eso, ya que la medida que más pinto es 100x70cm. También me sorprende encontrar mis viejas pinturas de 40cm con todo lujo de detalles, casi hiperrealista. En general me siento bien al ver que pude hacer cosas tan variadas, y superar esa exigencias en cada momento de mi carrera.

Ferrari 499P

• ¿Prefieres obra por encargo o ser tú el que propone?

Sin duda la perfección para mí es pintar absolutamente libre y que al cliente le encante la pintura así como es, eso pasa en las exposiciones, la gente a veces queda flechada por un cuadro que yo pinté según me salió en aquel momento. Los encargos el problema que tienen es que a veces a la gente le cuesta explicar bien lo que esperan o quieren de la obra encargada, pero en general cuando te encargan a ti una pintura te suelen dar toda la libertad creativa porque le gusta tu estilo o manera y por eso te han elegido. En un 95% de las veces se quedan más que encantados. Esta es otra gran suerte que tuve, casi nunca me pidieron tocar algo, les encantó así como era la pintura.

• ¿Hay que pintar mal, equivocarse, para acabar encontrando la calidad que uno busca?

Hay que atravesar el período en que las cosas no te salen bien y te parece que nunca podrás pintar como tu quisieras, la época del aprendizaje es muy dura y frustrante, pero el error forma parte de aprender. Muy lentamente ves como ya no te equivocas tanto, que cosas tan difíciles al comienzo ya las dominas, ves que vas mejorando y aprendiendo, eso te mantiene animado y con ganas de continuar. Por eso no retoco nunca, para recordar aquellos tiempos y ver el progreso constante, y ver tu propio límite en cada momento. A pesar de todo y después de más de 40 años pintando creo que nunca se llega a estar totalmente satisfecho con lo que pintas, siempre te parece te puedes hacerlo mejor, y sigues en la búsqueda de tu mejor pintura que será la próxima, y así sigues años y años.

• Has pintado gran variedad de motivos: Coches, retratos, barcos, ……. Tus preferidos?

Cuando pienso en pintar siempre pienso en coches, no puedo evitarlo. Toda mi vida anduve entre coches de carrera y es parte de mi vida desde siempre. Si bien me puede gustar también pintar otros temas, tengo claro que lo mío es pintar coches, es donde mejor me encuentro y lo que más disfruto. Es como una enfermedad crónica que no puedo separar de mi vida, me considero un pintor de coches y a esta altura dudo que cambie.

Ayrton Senna

• ¿Quizá para un artista lo más difícil sea encontrar su propio lenguaje?

Tiene que ser de forma natural, de esa manera seguro será el tuyo. Siempre comparo la manera de pintar con la voz que tiene cada persona, en cada uno de nosotros es diferente, las hay parecidas pero nunca iguales. Puedes incluso por un rato imitar la voz de otro, pero no puedes estar todo el tiempo imitando, saldrá tu auténtica voz cuando hables. Creo que lo hay que hacer es profundizar en tu manera o estilo y llevarlo al límite de lo posible, en ese proceso irás evolucionando y supongo que tomará toda la vida llegar a la expresión máxima de tu estilo o manera, si es que se llega alguna vez.

• Desde el punto de vista artístico ¿cómo se puede poner precio a algo con tanto valor como tus obras? ¿Estas cosas las decide otra gente, el mercado, el marketing?

Es tal vez el tema más difícil para el que pinta, pero supongo que intervienen varios factores. Existe un precio de mercado establecido por los precios de todos los que venden pinturas originales, en definitiva un producto más en el mercado, pero también existe la propia idea de precios que tiene la mayoría de la gente dispuesta a pagar por una obra. Por otro lado se parte de la idea de precios de sus obras que tenga cada artista que tendrá que encajar en el de la gente y el mercado. La idea que uno mismo tiene del valor de sus propias obras es sólo el comienzo y hay que establecerlo tratando de ser lo más objetivo posible, así lo hago yo, pero luego los otros factores intervienen en el precio final. Para terminar el dichoso marketing también hace lo suyo y juega en un sentido o el contrario según el caso.

• ¿Nos puedes adelantar algo de tus trabajos actuales o que podamos ver en el futuro?

Hace un tiempo que estoy tratando de evolucionar mi estilo, como decía antes, en mi caso es ir a una imagen cada vez más rota, acercándome a lo abstracto, perdiendo mas las formas y quedándome con expresar la velocidad y no tanto el coche en sus detalles, lograr una imagen más artística, y en tamaños grandes. Me voy acercando a lo que quiero pero aún no lo consigo del todo. En caso que consiga hacer exactamente lo que quiero, luego habrá que ver la reacción de la gente y su aceptación de lo nuevo. Es lo maravilloso de pintar, que nunca llegas a hacer el cuadro perfecto, pero te has pasado toda la vida pintando e intentando un imposible, sé que nunca llegará pero mientras tanto no dejas de buscarlo y te pones cada día a trabajar en ello. Una hermosa trampa de la pintura…

ABS

Para saber más, web oficial en: www.jcferrigno.com
Pueden adquirir su libro Anécdotas Carrerosas en: www.semanalclasico.com
y presencialmente en Kitcar43, calle Roselló 308, 08037 Barcelona (España)

GALERÍA