Tras haber provocado tres banderas rojas en el dia de ayer, Mclaren esperaba que hoy, con Fernando al volante, pudieran tener una jornada tranquila en la que seguir desarrollando su MCL-33, nada más lejos de la realidad. El Mclaren de Alonso se ha quedado parado por una fuga de aceite, algo que ha provocado la lógica muerte del motor.
Sobre este nuevo incidente de fiabilidad en el vehículo diseñado en Woking, se ha referido el Jefe en pista de la escudería británica, el cual ha querido quitarle hierro al asunto, dejando claro que “son test, esto forma parte del proceso. Estamos en ello. Es un nuevo motor, lo cual implica un nuevo diseño, una nueva alianza con Renault… Dadnos tiempo, todo está bien..”.
El galo ha hecho referencia también a la agresiva elección de compuestos por parte de Mclaren, lo cual nos hace creer en términos relativos, que la escudería británica está lejos de sus competidores (hiperblando de Mclaren frente al blando, o incluso medio de otras escuderías), algo a lo que el francés ha querido rebajar importancia:
“El motivo de elección de neumáticos es principalmente la temperatura. La diferencia entre blando e hiperblando quizás es de cuatro o cinco décimas. Como comentamos la semana pasada, tenemos razones técnicas para trabajar con estos neumáticos”.
Ha comentado las hipótesis de un tren inferior demasiado agresivo, algo que podría contribuir de manera determinante a los contratiempos que están viviendo en los test: “No creo que tenga relación, hemos intentado diseñar el coche lo mejor posible. Hay cosas que ajustar, pero estamos intentando aprovechar al máximo este diseño. El problema de la fuga no tiene que ver con el diseño del tren inferior”.
No ha querido sembrar el caos con los contratiempos sufridos, ya que cree que:
“Hay tiempo suficiente para compensar el kilometraje perdido, los reajustes no comprometen los desarrollos aerodinámicos previstos para las primeras carreras”, ha comentado en rueda de prensa Eric Bouiller.
Imagen: McLaren Racing
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