Una nueva generación de pilotos se ha situado en la Fórmula 1, para amenazar, en poco tiempo, a los que ahora se disputan los podios, victorias y lo más importante, los mundiales. En apenas cuatro años han entrado con fuerza a la Fórmula 1 varios pilotos que no han tardado en demostrar, en pista, que están llamados a tomar el relevo de los Hamilton, Vettel, Alonso, Räikkönen o Ricciardo. Estos son Max Verstappen, Carlos Sainz, Charles Leclerc. En este grupo podríamos incluir a Stoffel Vandoorne, claro que el belga, poco ha podido demostrar debido al poco rendimiento del McLaren.
Pero nos centraremos en la revelación de esta temporada, Charles Leclerc, quien, tras subirse en el Sauber, quizá el coche menos competitivo de la parrilla junto a Williams a principios de año, ha sabido crecer con su escudería, meter el coche en Q3, y llevarlo a la zona de puntos en 5 de las 10 primeras citas del año. Ese tipo de debuts en Fórmula 1 señalan que el piloto en cuestión no es sólo muy bueno, sino que en pocas temporadas luchará por el mundial.
El ascenso por el vertiginoso y complicado mundo de la Fórmula 1 ya ha empezado a producirse para Leclerc. Su gran trabajo no ha pasado desapercibido para la escudería más laureada de la parrilla, Ferrari. Los de Maranello sopesan seriamente contar con él como piloto para el próximo año acompañando a Sebastian Vettel. Además, Charles es un piloto de la cantera ferrarista. No es para nada una tradición que en Ferrari decidan subir a uno de sus monoplazas como piloto titular a un joven talento. Pero el monegasco se lo ha ganado a pulso en pista, no sólo en años anteriores consiguiendo los títulos de Fórmula 2 y GP3, también lo ha hecho en la categoría reina.
En las primeras carreras de 2018, el joven Leclerc poco a poco se iba adaptando a las exigencias de la Fórmula 1. Pero a partir de Bakú, una de las carreras más emocionantes y complicadas de lo que llevamos de campeonato, Charles empezó a lucir los quilates de su pilotaje. Una sexta posición de quitarse el sombrero para un debutante, y al volante de un Sauber. Pero la cosa no quedó ahí, exceptuando Mónaco, Leclerc consiguió colocar su monoplaza en zona de puntos en cada carrera. Incluso, ha conseguido calificar en Francia en octava plaza para la carrera del domingo. Estamos ante un talento más que confirmado en la Fórmula 1. Pilotaje del que disfrutar y, si el año que viene tiene en su volante un cavallino rampante, apúntense otro piloto en la baraja de posibles en la lucha por el título.
Autor del artículo: Dani Guillen/@DaniGuillen23
Imagen: Sauber F1 team
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