Suzuka, como ya nos ha demostrado FP3, es una auténtica ruleta meteorológica, algo que nos recuerda al circuito de Kuala Lumpur, el cual pasaba de un sol abrasivo a una lluvia monzónica. Mercedes vuelve a demostrar la grandísima evolución de su paquete, dando total consonancia entre motor y chasis.
Hamilton, de nuevo arriba, demostrando que los sábados es prácticamente infalible, y más si la máquina y el trazado se unen en plena consonancia, como ha ocurrido aquí. Durante el fin de semana el inglés ha ido “cocinando” su dominio, concretándolo en clasificación, y con el comodín estratégico de salir con blandos el día de mañana, quitándose de encima el neumático superblando, técnicamente bastante degradante. De nuevo el inglés ha pulverizado el primer sector, el cual lleva afincándose desde años atrás.
Vettel, atropellado por la lluvia, dejándolo sin opciones de hacer el intento final, saliendo mañana 9º y con la obligación de remontar, teniendo por delante a Ocon, los dos Toro Rosso Honda (la evolución funciona claramente), Grosjean y Raikkonen.
Los españoles, de nuevo lejos de cualquier opción, con Alonso fuera en Q1 (17º), pese haber estado claramente por delante de Vandoorne, las prestaciones del MCL-33 son muy precarias. Sainz ha estado por delante de un Hulkenberg que no ha pasado ni de Q1, el madrileño saldrá 13º.
La evolución tan esperada en Honda ha funcionado, ya que las prestaciones de los Toro Rosso han sido mejores que las de Renault (equipo oficial), quedándose a tan solo 1 segundo de Red Bull Renault, algo que abre las puertas de la esperanza para los austríacos en un binomio que se inicia en 2019. Racing Point Force India, de nuevo con ambos pilotos en Q3, dejando buenas sensaciones, y pendientes de una posible sanción de Ocon.
Imagen: Formula 1
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