Un error de Ferrari en la estrategia permite al británico sumar un nuevo triunfo. Sainz, decimotercero, mermado por el compuesto duro.

La escasa degradación del un neumático, en este caso el duro, ha vuelto a marcar el devenir de un Gran Premio. El inexistente desgaste del compuesto blanco de Pirelli permitió rodar hasta la friolera de medio centenar de vueltas a algunos pilotos, como Daniel Ricciardo, quien logró un meritorio séptimo puesto. De nuevo la marca italiana ha demostrado que las carreras siguen sin decantarse por el talento de los pilotos sino más bien por el hacer de los estrategas de los equipos. Mercedes supo tener un ojo en los tiempos que Max Verstappen, accidentado en las primeras vueltas, marcó con un compuesto que terminó resultando óptimo para aquellos que optaron por su uso en la primera parada.

La contra desde luego fue el excesivo desgaste del neumático blando que apenas duró diez vueltas, caso de Lando Norris, quien tras negociar un complicado primer stint vio truncada su carrera por un nuevo error de McLaren en los boxes. El equipo papaya apretó mal la tuerca delantera izquierda del McLaren del británico y este regresó a pista con una vuelta perdida, teniendo que abandonar en los últimos compases de la carrera para ahorrar de cara a próximos compromisos.

Misma suerte corrió el representante español, Carlos Sainz, quien no consiguió poner en temperatura el neumático duro y perdió casi un segundo por vuelta con todos sus rivales en la zona media durante las vueltas en las que llevó dicho neumático. Casi veinte segundos que, sumados a una nueva parada, obligó a Carlos a resignarse en este Gran Premio de México.

Dentro del top six el primero en lanzar el ataque fue Albon, quien ha demostrado estar capacitado para pilotar ese tan complicado Red Bull. El tahilandés aprovechó el caos de la salida para situarse tercero y lanzar un ataque para adelantar en su primer pit stop a ambos Ferrari. Sin embargo los monoplazas de la zona media no estabas a suficiente distancia y cedió casi cinco segundos tratando de adelantar en pista a Carlos Sainz, impidiendo una mayor progresión de un piloto cuya trayectoria se mantiene ascendente.

La reacción de Leclerc para proteger posición obligaría a la postre al monegasco a realizar dos paradas, a diferencia de Vettel, Bottas y Hamilton, quienes esperaron para llevar a cabo su primera parada. Con el paso de las vueltas el neumático duro no se degradó tal y como se esperaba y ello fue aprovechado por un Hamilton que mantuvo un gran ritmo durante toda la carrera a pesar de llevar a cabo tan sólo una parada.

Con la llegada de las últimas vueltas todo se comprimió. Hamilton aguantaba y Vettel se vio atacado por Bottas hasta que el finlandés vio como la velocidad en las rectas del Ferrari era demasiado para su Mercedes. Leclerc amenazó por unos momentos la tercera plaza, y por consiguiente las opciones de Bottas al título, hasta una pasada de frenada que dañó los neumáticos del piloto de Ferrari.

Nuevo triunfo de Hamilton que será campeón en Austin si Bottas no gana la carrera y el es noveno. Meritorio Gran Premio de Sergio Pérez ante su público que finalizó séptimo tras una gran remontada en las primeras vueltas. Apretando la lucha de constructores en la zona media de la clasificación.

 

Autor del artículo: Diego González/@diegogonzalez_9

Imagen: Mercedes AMG F1