Un año después de aquella clasificación esperpéntica en Monza, existía una gran expectación por ver cómo se iban a gestionar los rebufos antes de marcar las vueltas rápidas. Las medidas adoptadas por Michael Masi y la FIA no parecían ser tan estrictas como se buscaban y ha tenido que llegar Mercedes para lanzar al resto de pilotos.

Q1

Durante la Q1 se han vivido episodios que se podrían catalogar como peligrosos, cuando la búsqueda de los rebufos implicaba un apelotonamiento de monoplazas que, finalmente, tenía el efecto contrario.

Ambos Williams, Giovinazzi, Vettel y Grosjean han sido los pilotos eliminados en la Q1, siendo la de Vettel la eliminación más dolorosa del día y una de las que más han hecho sufrir a los tifosi en su GP de casa.

Q2

La Q2 ha sido el remate final para Ferrari, cuando se cumplía lo previsto y Charles Leclerc caía en la zona de eliminación. El monegasco reconocía que era lo mejor que podía hacer, sumido en una profunda frustración en un circuito donde el año pasado consiguió la pole. Kvyat, Ocon, Räikkönen y Magnussen han sido el resto de caídos en Q2.

Q3

Finalmente, en la Q3 ha ocurrido algo inesperado: cuando parecía que el tema de los rebufos podría ser un inconveniente, han salido los Mercedes cuando quedaban 5 minutos en el reloj y han ido arrastrando a todos los pilotos detrás y sin ningún inconveniente.

Los de Brackley han pillado por sorpresa a todos y ha sido una carrera por alcanzar a las flechas plateadas que volverán a copar las 2 primeras posiciones de la parrilla. 3º saldrá Sainz después de una gran vuelta, seguido de Pérez y Verstappen. Norris, Ricciardo, Stroll, Albon y Gasly completan el top 10.

Para la carrera, será interesante ver quién alcanza el podio tras la ligera decadencia de Red Bull en clasificación. Sainz no lo tendrá fácil pero la reciente prohibición de los ‘party modes’ pueden jugar a favor del madrileño.

 

Imagen: Mercedes AMG F1