- Tres jóvenes marroquíes robaron un reloj al piloto español cerca de un hotel.
- Valorado en unos 300.000 euros, Sainz se lanzó a por los ladrones para recuperarlo.
- El piloto de Ferrari logró atrapar a los ladrones, tras una asombrosa persecución.
Si bien Carlos Sainz Jr. logró el podio en Monza con neumáticos medios, y posteriormente con duros, por la noche parecía correr con un blando. Y es que, tras la carrera, se supo, ya por la noche, que tres hombres le habían robado un reloj valorado en una cantidad cercana a los 300.000 euros, propiedad del piloto español.
Sainz, un muchacho duro donde lo haya, no se achantó lo más mínimo y se lanzó, en esta ocasión sin su monoplaza, inmediatamente a por los ladrones, que le robaron el reloj a las puertas del hotel donde se alojaba en Milán. Gracias a sus guardaespaldas y a algunas personas que estaban en la calle en ese momento, Sainz logró darles caza y recuperar el valioso objeto.
La Policía italiana detuvo a los tres individuos. Unos jóvenes de origen marroquí que no superaban los 20 años. Y Sainz logró tener de vuelta su preciado reloj, en una persecución digna de película que ha dado la vuelta al mundo.
El reloj que fue robado era un Richard Mille, un modelo pionero que se crea en una fábrica de relojes suizos, y que es considerado como uno de los más valiosos del planeta. Los hay de muchos modelos y gran parte de ellos están chapados en oro, aunque el de Sainz no era de estos últimos; el suyo está bordeado por el color negro y tiene una tira de color rojo.
De este modo, Carlos Sainz Jr. ha completado un fin de semana que nunca olvidará: tras dar una gigantesca alegría a los fans de Ferrari con un podio muy trabajado, se sacó la capa de superhéroe para protagonizar una persecución que tuvo final feliz, con los ladrones detenidos y él recuperando su valioso reloj.
El ‘modus operandi’ de los ladrones, cada vez más común
Los jóvenes que intentaron robar a Sainz se hicieron pasar por admiradores suyos, logrando robarle el reloj sin que él tuviera tiempo de impedirlo. Esta táctica se ha vuelto muy frecuente en los robos a famosos, más aún cuando se realizan en plena calle o en zonas de fácil acceso, que tienen poca seguridad.
Ya son varios los deportistas que han tomado medidas mucho más tajantes para evitar robos, ante la oleada de asaltos que ha habido en sus casas o en los hoteles donde estaban alojados. En el caso de Sainz, solo hizo falta su ya conocida velocidad, y en esta ocasión sin su Ferrari, para volver a deslumbrar como protagonista.
Autor del artículo: Enrique Forján
Imagen: Scuderia Ferrari
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