Tal y como contamos en Graining hace 6 días, minutos después del comunicado de Renault y Toro Rosso, Carlos Sainz Jr., correrá en Austin y en los siguientes Grandes Premios restantes, con Renault, tras una fructífera negociación de ruptura contractual entre Jolyon Palmer y la escudería del rombo.

Hoy me gustaría traer una breve reflexión al tema del fichaje de Carlos, así como su crecimiento personal y deportivo. Cuando Carlos Sainz Jr. llegó a la F1, allá por 2015, los pensamientos del sector crítico, y algunas voces del no tan crítico, tildaban el fichaje de posible enchufe, o por lo menos, de clara influencia de su padre en todo el asunto. Y es que creo que quien en su día afirmaba eso ya venía por la senda del error, o que simplemente no había dedicado 5 minutos de su vida a ver a Sainz en categorías inferiores.

Pero, como siempre se dice, lo que uno vale se demuestra compitiendo, no con el apellido. Empezó la temporada 2015, Toro Rosso presentaba una dupla de lujo, Max Verstappen, hijo del expiloto de F1 Jos Verstappen, ya catalogado como futuro campeón en la escudería energética. El otro integrante, quien hoy nos concierne, fue Carlos Sainz Jr., que venía de ganar las World Series by Renault (con el prestigio y bagaje que aporta y comporta), hijo de un campeón del mundo de Rallyies y Dakar, querido y respetado en todo el mundo del automovilismo, Carlos Sainz.

En dicha temporada, Carlos no ejerció de segundo piloto en su rol más puro, como se podía esperar, si no que fue un importante obstáculo para Verstappen, que quizás pensó que arrollaría al madrileño. En esta primera temporada 18 puntos, logrando el 15º puesto en el mundial de pilotos. Llegamos a 2016, en el que Toro Rosso repite dupla, hasta el Gran Premio de España, donde Verstappen es ascendido a Red Bull, en detrimento de Danyil Kyvat. En esta temporada, Sainz le supera claramente, no solo en puntos si no en rendimiento, y se erige como piloto principal de los de Faenza.

En 2017, la diferencia entre compañeros ha sido aplastante este 2017. Carlos ostenta la 9ª posición en el campeonato de pilotos, con 48 puntos, en una posición bastante superior a la que el rendimiento de su monoplaza puede ofrecer, ayudado también, por la soberbia 4ª posición que atesoró en Singapur. Aquí relanzo mi afirmación: ¿Con todo lo demostrado, y lo que vendrá en Renault, no sería el momento de apartar el Jr.? ¿No queda constatado el talento, eficiencia y rendimiento de Carlos en pista? Dejémonos de nomenclaturas y disfrutemos del talento español condenado a suceder a Fernando Alonso.

Como dijo su ingeniero tras Singapur: Vai Carlos! Grande!

 

Autor del artículo: Sergio Rodríguez/@sergiorf97

Foto: Toro Rosso