El pasado domingo fue la representación de un día histórico y no sólo por la gran carrera que protagonizó Max Verstappen en Malasia. El holandés se impuso con una asombrosa victoria por delante de Hamilton y su compañero de equipo. Por cierto, fue el cuarto triunfo del equipo Red Bull Racing Tag Heur y la segunda consecutiva en Sepang, circuito que se nos marcha del calendario.

Sin embargo, en Back to the Past nos movemos aún más en el tiempo; y también de lugar. Nos vamos hasta el GP de China de 2006, donde la F1 lloró casi sin saberlo la última victoria de Michael Schumacher. 91 triunfos que aún a día de hoy le destacan como el ‘Káiser’ del Gran Circo.

Aquello maravillosos V8 bajo la lluvia de Shanghái

Aquel 1 de octubre, la carrera comenzó bajo la lluvia y con una enorme estela de agua al paso de los monoplazas. Alonso llegaba a la antepenúltima carrera con una ventaja de dos puntos respecto a Schumacher. El alemán salía sexto; su máximo rival estaba en la pole. Todo apuntaba a que el de Ferrari acabaría cediendo algunos puntos a favor de Fernando Alonso.

La salida no daba sorpresas. Las posiciones se mantenían y Alonso comenzaba a ganar ventaja en las primeras vueltas. Schumacher, sexto por detrás de los dos BAR Honda, veía cómo el McLaren de Pedro De la Rosa se le acercaba poco a poco.

La guerra clásica: Michelin vs. Bridgestone

Avanzaban las vueltas y parecía que la victoria de Schumacher aún podía ser posible. La lucha de neumáticos regresaba y los Bridgestone se comportaban mejor mientras la trazada comenzaba a secarse. Alonso lideraba. Flavio Briatore se ponía nervioso en el muro. El sueño rojo llegaba a China; la remontada comenzaba a tomar forma… El ‘Káiser’ volvía.

Con un tercio de la carrera completado, Räikkönen y Schumacher avanzaban a marchas forzadas y parecía que Fisichella no resistiría mucho más los primeros envites. Sin embargo, el español aún seguía en cabeza con más de 20 segundos de ventaja.

¡Y LLEGABA EL BAILE DE PARADAS! El primero en detenerse, Räikkönen, veía vueltas después cómo la fiabilidad de su McLaren le quitaba todas las opciones de ganar. Luego Schumacher, Alonso y Fisichella. La carrera continuaba, aún quedaban 33 vueltas.

Problemas para Alonso y Schumacher saca ‘tajada’

Pero las alegrías para Alonso –el único de cabeza en cambiar las gomas durante el repostaje– duraban poco. En sólo 5 vueltas, su diferencia se veía reducida a unas pocas décimas. Fisichella y Schumacher se pegaban a su difusor y ambos le relegaban a la tercera plaza en cuestión de segundos. El alemán sólo tenía a Giancarlo por delante para alzarse con la victoria.

¡La pista se secaba y aún estaba todo por decidir! Pero justo en la parada del asturiano, la misma rueda que le dejó fuera de carrera en Hungría cuando iba líder le hizo perder mucho tiempo. Schumacher se aprovechaba de ello y lanzaba sus primeros ataques a Fisichella a falta de 20 vueltas para acabar; Alonso estaba casi descartado para ganar la carrera.

¡Restaban 15 giros! Giancarlo buscaba su parada para cambiar a seco. El Káiser ya había hecho lo propio. El de Renault tenía una buena parada y… ¡SCHUMACHER POR DELANTE! Inexplicablemente, Fisichella recién salía de boxes y rodaba muy lento en la primera curva; casi al límite, ¡el alemán arrancaba las pegatinas al Renault del italiano y se ponía líder!

Casi a la desesperada, y vuelta rápida tras vuelta rápida, Alonso trataba de ganar la segunda posición a su compañero de equipo. A falta de nueve vueltas y rodeado de doblados, ¡el ovetense lograba su propósito y adelantaba a Fisichella!, ¡ya era segundo y el Mundial quedaría empatado a 116 puntos entre los dos primeros de terminar en esas posiciones! Pero el objetivo de Fernando se encontraba unos segundos más adelante.

Vuelve la lluvia, y…

Pero esto es Fórmula 1. Cinco vueltas para el final y el cielo de China se cerraba. ¡¡VOLVÍA LA LLUVIA!! Los muros se ponían a trabajar al máximo, Alonso recortaba tiempo a Schumacher sector a sector, vuelta tras vuelta. Un pequeño error y aún todo podía suceder.

Cuatro vueltas, la emoción se incrementaba al mismo ritmo que Fernando volaba en pista. Tres vueltas, Alonso recortaba más de un segundo por giro pero la diferencia era muy grande. Aún dos vueltas y otro segundo que se pulverizaba. El tiempo se acababa. Neumáticos de seco, pista mojada… ¡¡ÚLTIMA VUELTA!! Los nervios a flor de piel. Todo aún por decidir en los cinco kilómetros y medio del trazado chino. Alonso cerraba la brecha poco a poco. Últimas curvas, últimas frenadas, últimos metros…

¡¡VICTORIA DE MICHAEL SCHUMACHER!!

Lo había vuelto a hacer. Había remontado desde la sexta plaza. Había aguantado los ataques a la distancia de Fernando Alonso, quien había reducido la distancia casi 20 segundos en 15 vueltas. Ferrari soñaba, Italia vibraba, la Fórmula 1 entera lloraba de emoción una nueva victoria del ‘Káiser’. Esa lluviosa tarde sería la 91ª y última de Schumacher… pero aún nadie lo sabía.

 

Comentario del autor:

“Este artículo está lleno de sentimiento. Está escrito desde el corazón formulero, desde la emoción que puede producirte una victoria tan luchada como esta. Significa mucho para mí revivir estos momentos. Michael, sigue luchando. Nunca te rindas. Hazlo como aquel fantástico 2006. Hazlo como cuando los duros años de tu vuelta te recompensaron con un podio en Valencia 2012. Vuelve a visitarnos al paddock; te estaremos esperando con una sonrisa, los brazos abiertos y las mismas ganas de vivir que siempre has tenido #KeepFightingMichael #ForzaSchumi”.

 

Autor del artículo: José Luis López Segura/@JhoezF1