Bienvenidos a una nueva entrega de ‘Back to the Past’, queridos lectores. La pasada semana la dedicamos al 22 de octubre, el día dorado de la F1… ¡y se cumplió la tradición! Mercedes se alzó con el Campeonato de Constructores en un día que cada vez que ha albergado una carrera ha visto cómo se decidía algún título.
Hoy regresamos a otro día histórico y a un circuito que conozco bastante bien y al cual le tengo mucho aprecio. Hablo del Circuito de Jerez, que llegó a albergar hasta siete carreras antes de ser pista de test. Su última edición, celebrada el 26 de octubre de 1997, decidió el Mundial de Pilotos a favor del piloto de Williams, Jacques Villeneuve.
Sábado 25: Una clasificación de infarto
Desde el día antes se sabía que aquel Gran Premio, que cerraba la temporada de 1997, sería especial y alucinante. Por entonces, la clasificación tenía una duración de una hora en la que todos los pilotos rodaban a la vez con un número máximo de vueltas para marcar su mejor tiempo.
Aquel día, en el trazado andaluz, la pole se la repartieron a tres bandas: Villeneuve, Schumacher y Frentzen. Los tres pilotos protagonizaron la clasificación más ajustada de la historia al marcar el mismo tiempo: 1:21.072. Las posiciones se otorgaron según la hora a la que cada piloto registró la marca.
Domingo 26: La carrera
Era la última cita y el Mundial estaba aún abierto. La tensión era notable. Había igualdad máxima y todo podía pasar en las 69 vueltas programadas. Schumacher lideraba la clasificación por un solo punto; quien ganara la carrera sería el nuevo campeón.
Esta situación ya se había vivido en los últimos años: Japón 1989, Japón 1990 y Adelaida 1994. Si ambos pilotos abandonaban, el líder sería el beneficiado ya que ganaría automáticamente el Mundial… en esas tres ocasiones sucedió y el que iba primero en la clasificación se salió con la suya.
El alemán de Ferrari tomó la delantera al comienzo de la prueba y veía cómo su tercer título se acercaba después de liderar 39 giros. Sin embargo, Villeneuve no quería renunciar a la oportunidad de su vida; podía lograr lo que ni su tío ni su padre habían logrado nunca: ser Campeón del Mundo de Fórmula Uno.
Tan sólo quedaban 22 vueltas para que se decidiera el Mundial. Los nervios estaban a flor de piel. Jacques Villeneuve se había preparado la salida de la curva 5 –Sito Pons, que precede a la frenada de Dry Sack tras la larga recta trasera del trazado jerezano–. El momento había llegado.
El canadiense tenía claras sus intenciones. Quería avanzar hasta la primera posición para fijarse como campeón virtual. Schumacher, en un intento a la desesperada por proteger la posición, cerró la curva y provocó un choque entre ambos. El Ferrari estaba anclado en la grava; el Williams se alejaba camino al triunfo. Si Villeneuve sumaba al menos dos puntos sería Campeón; pero la suspensión de su FW19 estaba bastante dañada.
¡Y finalmente lo hizo! Jacques cedió las dos primeras posiciones a los McLaren y se conformó con ser tercero y asegurar así el Mundial. Ya lo había hecho, ¡era el Campeón del Mundo de F1 de 1997! Schumacher, por su parte, se tenía que conformar con ser segundo.
11 de noviembre de 1997: La FIA interviene en el incidente
Pese a haber reconocido su culpa, Michael Schumacher aún tuvo un castigo mayor por parte de la Federación Internacional de Automovilismo. El alemán fue citado a declarar ante el Consejo Mundial del Deporte del Automóvil, pero el tribunal no le creyó. Conservó los puntos y las victorias, pero quedó descalificado de la clasificación final de pilotos.
“Se excluye a Schumacher de la clasificación del Campeonato del Mundo de F-1 de 1997 para pilotos. La clasificación de constructores no sufre alteración y Schumacher conserva los puntos y las victorias obtenidas durante la temporada”, rezaba el dictamen oficial.
Aún así, el castigo podría haber sido mucho peor. El tribunal pidió a la FIA la retirada inmediata de la superlicencia que otorgaba al ‘Káiser’ la posibilidad de competir en Fórmula Uno. Finalmente, este hecho no se produjo y el alemán pudo volver a competir en 1998.
ESPECIAL – Hemeroteca entre Schumacher y Villeneuve
29 de octubre de 1997, Schumacher entona el ‘mea culpa’ tras el incidente en Jerez
“Nunca pensé que Villeneuve podría atacarme en ese sector. Me sorprendió y reaccioné mal. Pero fue un reflejo. Soy un ser humano como todos los demás y puedo cometer errores. Aunque este haya sido bastante grande. Incluso, en un primer momento, pensé que el error lo había cometido él. Sólo después de ver el video un par de veces comprendí la manera en que reaccioné. Si hubiera tenido más tiempo, hubiera procedido de otro modo”, reconoció el alemán. “No lo hice con intención. Creo que la prensa exageró las cosas. No es justo afirmar que busqué sacar de la pista a Villeneuve. Simplemente, quería tenerlo a raya y pensé en ese instante que la maniobra que hice era la única posible, aunque sin la intención de sacarlo de la pista”, afirmó el entonces bicampeón del Mundo de F1.
17 de agosto de 2006, Villeneuve manda un último recado al heptacampeón
“Creo que el problema es que no se ve su verdadera personalidad. Es un corredor, pero un corredor puro, nada más que un corredor, y debido a esto, creo que el día que cuelgue el casco la gente lo olvidará”, criticó Villeneuve en 2006, meses antes de que el alemán anunciara su retiro. “Michael simplemente no es un gran campeón porque ha ejecutado demasiadas malas jugadas y porque no es un gran ser humano. Senna también hizo cosas sucias, pero lo hizo con más clase, con más integridad. Cuando sacó de pista a Prost en Suzuka en 1990, dijo que lo iba a hacer desde antes de comenzar la carrera”, aseguró. “Es bastante triste, realmente – porque la razón por la que Michael hace lo que hace es porque piensa que él es mejor que el resto de nosotros. Cree que es más grande que la F1, pero no es así”, apuntilló el canadiense a la revista F1 Racing.
EXTRA: Una declaración anónima
Como expliqué al comienzo del artículo, el Circuito de Jerez es un trazado que conozco muy bien; está situado cerca de mi lugar de residencia y suelo visitarlo asiduamente durante el año. Hace pocas semanas, en confianza durante las pruebas de F2 y GP3 en el trazado andaluz, traté el GP de Europa de 1997 con un profesional –el cual me ha pedido que mantenga su anonimato– que vivió ‘in situ’ ese momento. Estas fueron sus declaraciones.
“Aquel Gran Premio fue, sencillamente, alucinante. La carrera marcó un antes y un después en cómo vería la figura de Schumacher a partir de entonces. Jugó sucio y perdió el respeto de muchos. A día de hoy le miro con los mismos ojos que aquel 26 de octubre de 1997”, me confió.
Autor : José Luís López Segura / @ JhoezF1
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