El exjefe de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone ha asegurado que el deporte se hizo “más popular” tras la muerte del piloto brasileño Ayrton Senna, que falleció hace tres décadas en Imola, aunque ha reconocido que muchos pensaban que aquel desastre supondría “el final” de la Fórmula 1.
“Fue un fin de semana desastroso. Si piensas en todo lo que pasó, con Roland estrellándose y sin salir de su coche, y luego Senna… No creo que sea posible que vuelva a ocurrir algo así. Max -Mosley, presidente de la FIA en aquel momento- me dijo después que creía que sería el final de la Fórmula 1. Le dije: ‘Creo que te equivocas, ya veremos'”, señaló en una entrevista a la agencia de noticias PA.
Senna era la principal estrella de la Fórmula 1, pero en la séptima vuelta del nefasto Gran Premio de San Marino de 1994 -un fin de semana que ya se había cobrado la vida del austriaco Roland Ratzenberger- se salió de la pista y chocó contra un muro de hormigón. Murió en el acto, a los 34 años.
Este miércoles, 1 de mayo, se cumplen 30 años de la muerte de Senna en Imola y Ecclestone, que dirigió el deporte durante cuatro décadas, recordó lo sucedido. “Esperábamos que no ocurriera lo que Max había sugerido, pero fue un desastre. No fue un buen fin de semana, y me parece que han pasado mucho más que 30 años. Tuvo muy mala suerte de morir en ese accidente”, insistió.
Mientras lideraba la carrera, Senna, triple campeón del mundo, perdió el control de su Williams en la famosa curva Tamburello, y la suspensión delantera derecha de su coche penetró su casco. Sin embargo, la carrera se reanudó menos de 40 minutos después con la victoria de Michael Schumacher. Damon Hill, en el otro piloto de Williams, cruzó la meta sexto, dos puestos por delante de Martin Brundle.
Brundle, ahora comentarista de televisión, ha asegurado desde entonces que estaba “enfadado” porque corrieron “junto al charco de sangre de Senna durante 55 vueltas”. “¿Deberíamos haber parado la carrera? Creo que no. No le habría ayudado -a Senna- de ninguna manera”, afirmó Ecclestone, de 93 años.
“Cuando pasan estas cosas, todo sucede tan rápido que no tienes mucho tiempo para pensar. Legalmente, debería haberse detenido, porque ahora sabemos que murió en el circuito. Pero al final todo se redujo a problemas comerciales, gente que habría querido reembolsos y todo ese tipo de cosas. Y no se tuvo en cuenta la otra parte”, prosiguió.
Miami acoge este fin de semana la quinta prueba del Mundial 2024, y se espera que la Fórmula 1 rinda homenaje a Senna en el Gran Premio de Emilia Romaña, en Imola, el 19 de mayo.
La muerte de Senna sigue siendo la última vez que un piloto fallece durante una carrera de Fórmula 1. En 2015, el francés Jules Bianchi, de Marussia, murió nueve meses después de las lesiones que sufrió en el Gran Premio de Japón de 2014.
“La Fórmula 1 se hizo más popular tras la muerte de Senna. Recibió tanta publicidad en todo el mundo que gente que no había visto la Fórmula 1 antes empezó a interesarse. Pero espero que nunca volvamos a ver algo así, y creo que hoy en día, con la forma en que todo ha mejorado en seguridad, gracias a Dios, las posibilidades son mucho menores”, concluyó.
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