Hoy les pido que me permitan una redacción especial, más personal, una columna más íntima entre tanto ruido de motores, aceite, y otras emociones que nos aflora este maravilloso deporte del que compartimos emoción, también nace una sensación única sobre la que hoy les hablaré, la de redactar lo que la pista nos depara.
Este artículo que presencian es el número cien que redacto aquí, en mi casa, y no puedo desaprovechar esta ocasión única para agradecer a cada uno de los que diariamente me leen, me aconsejan, o simplemente dejan su me gusta como gesto de apoyo y de impulso, herramientas esenciales cuando uno quiere mejorar, mejorar disfrutando del deporte que hoy en día nos une en un tejido compacto de emociones, emociones únicas que me atrevo a decir que quien no sigue este deporte no las puede entender, o al menos, percibir.
Permítanme de nuevo que haga reseña de esta gran familia que hoy me acompaña en Graining, del impulso que me dan en cada artículo, en cada columna, mi ERS y mis baterías siempre cargadas para afrontar los duros fines de semana de Gran Premio. A Pablo, por aportar siempre su visión de piloto simracer, siempre con sensatez y argumentos sólidos, un referente en el que apoyarse y sentirse más fuerte. A Alberto, por su alegría y su afán de mejora continua, remrcando su devoción por Spa. A mi amigo Jorge, incansable, nocturno, trabajador y buen compañero. A Ana, por su antialonsismo simpático y su devoción por un talento algo perdido, pero que espero que explote algún día, nuestro querido Stroll.
A Alex y Oriol por estar al pie del cañón, por ayudar y aconsejar, por hacer los Grandes Premios más amenos y los artículos un disfrute, nunca una obligación. Una mención especial para mi mentor y mi amigo, el coordinador que todo lo ata, comprendiendo y exigiendo como un buen líder tiene que hacer, va por ti Ramón. A Omar, por ser profesor en lo estadístico y referente en lo visual, un fenómeno. Y sobre todo, al “hacedor”, a la bestia que dirige y mantiene con vida un proyecto que late y reluce con luz propia, Xavi.
Por ellos, por ustedes que nos leen, un servidor seguirá con sus columnas, su alonsismo fervoroso, sus enciclopedias y sus ganas de perseverar y mejorar como máxima diaria. Espero que no sean cien, sino mil más, y sobre todo que sean aquí, con esta familia que el motor me ha regalado y de la que ya no me podría desprender. Y recuerden, now we can fight, we can fight…
Imagen: Mclaren F1 Team
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