Los equipos ya aguardan a la primera luz verde de la temporada, en Melbourne ya se disponen con los preparativos de la clasificación y de la carrera. Previamente los libres uno de esta misma madrugada serán la primera toma de contacto de estos nuevos monoplazas con el fuego real. Más que lo anterior será para Mclaren Honda, equipo que menos pudo rodar en los test de pretemporada albergados en el Circuit Barcelona – Catalunya. Con lo que cada sesión de viernes y sábado será útil para recuperar el tiempo perdido.
Igualmente será el segundo fin de semana completo para Stoffel Vandoorne, tras puntuar en el Gran Premio de Baréin en sustitución de Fernando Alonso. Corto recorrido del belga en la máxima categoría, aunque a juicio de Eric Boullier el joven piloto de Mclaren es uno de los mejores preparados que ha pisado Woking:
“Muy amable Eric diciendo eso. Por ahora llevo con Mclaren cuatro años y he estado esperando a dar el paso hacia la F1 mucho tiempo. Tuve que ser paciente en algunos momentos. A lo largo de esos cuatro años estuve mucho más involucrado en todos los preparativos que el equipo estuvo realizando para cada Gran Premio. Así que tengo mucha experiencia fuera de la pista, puede que no mucha dentro aún. Seguir al equipo tan en casi todos los GP y ser capaz de seguir todos los procedimientos desde tan cerca me hace sentirme bastante preparado para este trabajo”
El ex campeón de la anteriormente denominada GP2 se expresa libremente para la web oficial de la competición, en la cual entra en uno de los peores momentos de la historia reciente de un equipo mítico como lo es Mclaren. Para los asiduos y seguidores, no será necesario detallar (una vez más) la delicada situación que vive la escudería británica, la cual se resume en pobre rendimiento deportivo y económico. En lo primero, Stoffel analiza y desglosa desde los test hasta la fecha:
“Obviamente Barcelona no fue ideal para nosotros, y sería muy difícil esconderlo. Todos estaban esperando algo más, lo que es normal desde mi punto de vista, especialmente si te fijas en los dos últimos años. Mclaren Honda tuvo un inicio difícil y fue progresando mucho. Así que ahora todo el mundo esperaba otro paso adelante. No fue óptimo, pero esta es la situación en la que estamos y somos conscientes de ello. Aún así, vamos a competir aquí en Melbourne y tenemos que estar unidos como equipo tanto como sea posible para mejorar la situación. No hay mucho más que podamos hacer a estas alturas, solo seguir creyendo, que es lo que hago. Mclaren Honda es aún uno de los equipos más grandes de la F1. Regresaremos al frente alguna vez. La única pregunta ahora es cuándo ocurrirá. Por supuesto espero que sea más temprano que tarde. Así que la conclusión sería que tenemos que ir con lo que tenemos y hacer lo mejor”
Importante el mensaje que lanza Vandoorne. Alude a la unión entre ambos fabricantes, así como todos sus integrantes. Junta que se va agrietando con el paso del tiempo, con sueños más o menos húmedos por parte de Mclaren fantaseando con propulsores Mercedes. Intenciones que cultivan una atmósfera enrarecida y que pondría trabas al incesante trabajo que llevan a cabo los distintos estamentos de cada formación.
En mitad de toda la tormenta, las principales cabezas visibles son los pilotos. Esos que acaparan los minutos televisivos y los flashes. Mclaren cuenta con una dupla de gran calibre, su principal arma actualmente de hecho. Una pareja que ha debido de colaborar de manera muy estrechamente y que siguen por el mismo camino:
“Me llevo muy bien con Fernando, pero no me dio ningún consejo. Será un gran compañero de equipo para mí, un doble campeón del mundo con mucha experiencia y aún uno de los más rápidos de la parrilla. Cuando tengo algún problema siempre puedo acercarme a él y hablar. También será un gran competidor, todos saben lo duro que puede ser en la pista. Para mí todo esto es genial, ser capaz de compartir mi primera temporada junto a él”
Ambos tendrán el deber de llevar al límite el MCL32, sin objetivo alguno ya que desde Mclaren admitieron que salir a Albert Park sería salir a afrontar dificultades. Por tanto parece más una prueba de supervivencia pura y dura más que la disputa de un Gran Premio:
“No es buena idea poner expectativas por ahora. Hemos tenido un invierno de test muy difícil, conque ponerse alguna meta sería un planteamiento erróneo. Necesitamos asegurar no cometer ningún error tonto y al final quién sabe lo que va a pasar. Con suerte saldremos recompensados de alguna manera al acabar el fin de semana”. Explica Vandoorne
No hay mucho más que hacer, sería la conclusión que podríamos extraer de todas las palabras emitidas por el piloto #2. No implica cruzarse de brazos, sino lo opuesto. Más bien encontrar ese ingrediente que termine de completar un plato que de entrada no es de buen gusto para nadie. Una temporada más y el guión no ha cambiado, de nuevo redirigir la situación por un nuevo cauce en un río cada vez más revuelto.
Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333
Foto: Stoffel Vandoorne
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